El presidente filipino, Rodrigo Duterte, prevé entre 20 mil y 30 mil muertes más en la polémica campaña contra las drogas que lanzó al comienzo de su mandato, el pasado 30 de junio, aparte de las 4.726 registradas desde entonces, informan los medios locales.
"Pueden esperar 20 mil o 30 mil muertes más para poder acabar con el problema de las drogas de mi país", dijo anoche el mandatario en su habitual reunión con los habitantes de Davao, la ciudad del sur de Filipinas de la que fue alcalde durante 22 años, según la emisora local ABS-CBN.
El machete del presidente filipino
Duterte, quien acababa de regresar de un viaje oficial a Japón en el que reiteró su política de distanciamiento de Estados Unidos y aproximación a Asia, había dicho durante la campaña presidencial que la lucha nacional contra los narcóticos que pensaba lanzar si ganaba iba a ocasionar unas 100 mil muertes.
Según los datos de la policía, 4.726 personas han perdido la vida en Filipinas desde el 30 de junio, de ellas 1.725 murieron en operaciones policiales y las 3.001 restantes a manos de grupos civiles que se han tomado la justicia por su mano.
Además, se practicaron cerca de 32 mil detenciones y se entregaron voluntariamente unas 750 mil personas. La campaña nacional contra la droga, uno de los mayores males de Filipinas, según Duterte, también ha incluido la lucha contra funcionarios corruptos.
En agosto, Duterte publicó una lista con los nombres de 160 jueces, políticos, policías y militares acusados de traficar con drogas o de estar a sueldo de los narcotraficantes.