Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, e Irán, Mahmud Ahmadineyad, defendieron el derecho de todos los estados al uso pacífico de la energía nuclear durante el encuentro que mantuvieron el miércoles en La Habana, informaron hoy los medios oficiales de la isla.
Raúl Castro y Ahmadineyad también "ratificaron el compromiso de ambos países con la defensa de la paz, el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas", reseña una nota destacada en las portadas de los periódicos oficiales "Granma" y "Juventud Rebelde", únicos diarios de circulación nacional.
Además "reafirmaron su oposición a la aplicación de sanciones económicas unilaterales" e intercambiaron opiniones "sobre el excelente estado de las relaciones bilaterales y temas del ámbito internacional".
Ahmadineyad llegó a Cuba ayer para una visita oficial dentro de la gira que cursa esta semana por varios países de América Latina.
Antes de la reunión con el general Castro, el gobernante iraní pronunció una conferencia magistral en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde fue distinguido con el doctorado honoris causa en Ciencias Políticas.
El mandatario iraní partirá hoy jueves de Cuba con destino a Ecuador, la penúltimo parada de su viaje por Latinoamérica, que comenzó en Venezuela, siguió en Nicaragua, donde asistió a la investidura del presidente, Daniel Ortega, y prevé concluir en Guatemala.
La llegada de Ahmadineyad a la isla ha coincidido con el atentado contra el científico iraní Mustafá Ahmadi Roshan, uno de los responsables de la planta nuclear de Natanz, la mayor del país, quien fue asesinado en el norte de Teherán al estallar una bomba adosada a su coche.
El ataque se produjo en un momento de especial tensión internacional por el programa nuclear iraní, después de que el pasado lunes el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que Irán había comenzado la producción de uranio enriquecido al 20 por ciento en su nueva planta de Fordo, a 160 kilómetros de Teherán.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería producir armas atómicas, lo que Teherán niega. EFE