La imaginación de para mucho y cuando se trata de arrancarse de la cana, los métodos no conocen límites si estos usan con eficacia. En este caso, el arma elegida fue la mantequilla de maní.
Los protagonistas de esta insólita fuga son doce presos de una cárcel de Alabama, en Estados Unidos, de los cuáles uno todavía sigue prófugo.
El plan parecía descabellado: cada uno de los cómplices guardó su sandwich, sacaron la mantequilla de maní que se había untado en ellos y la guardaron para pintar con ella el número que identificaba su celda y así modificarlo por otro: el de la puerta de salida.
La víctima del maquiavélico plan fue el guardia nuevo, quien no estaba para nada familiarizado con los números y calabozos.
Ingeniosos
Una vez modificados los números de las puertas, uno de los reclusos le pidió al guardia que abriera su celda, quien al mirar el número identificatorio, presionó sobre el botón correspondiente. Pero vio que la puerta no abría.
Lo que él no sabía es que acababa de abrir la puerta que permitió a la docena de prisioneros apretar cachete, los cuáles utilizaron frazadas y sábanas para poder traspasar el último muro.
Uno sigue prófugo
Según señaló CNN, para la tarde de este lunes, 11 de los reos ya habían sido recapturados. Pero uno de ellos sigue libre y coleando.
Se trata de Brady Andrew Kilpatrick, de 24 años, quien fue encarcelado por delitos de drogas.
"Puede sonar loco, pero esta clase de personas hacen cosas locas como unos zorros", dijo el sheriff James Underwood, del Condado de Walker, Alabama.
Cabe señalar que todos los reos que escaparon tenían entre 18 y 30 años, y estaban encarcelados por cargos de intento de asesinato, delitos relacionados con drogas y alteración del orden público.