El príncipe Carlos de Inglaterra, heredero del trono británico, pagó el martes una deuda contraída hace más de 350 años por uno de sus antepasados, el rey Carlos II, con una empresa de confección de uniformes militares.
El príncipe de Gales pagó 453,15 libras esterlinas (430 lucrecias) a la Compañía de Confeccionadores de Worcester por un encargo hecho en 1651 de unos uniformes militares que nunca había sido pagado.
El príncipe se alegró por no haber tenido que pagar los intereses acumulados al cabo de los años.
"Parece que los miembros de la Compañía de Confeccionadores tienen una memoria larga", dijo Carlos. "Y por larga entiendo casi 400 años, Sin embargo, como gesto de buena voluntad estoy dispuesto a pagar esa deuda", añadió al bromear que, "como a nadie se le escapa, me he resistido a la inmensa tentación de pagar esa deuda con todos los intereses".