El príncipe Harry de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, se tuvo que morder la lengua y pedir perdón públicamente por haber hecho un comentario racista contra un colega militar de origen pakistaní, en un nuevo escándalo que sacude a la familia real de Gran Bretaña.
El periódico dominical inglés News of the World publicó en su sitio de Internet un video en el cual Harry, de 24 años, aparece calificando a uno de sus colegas de la Academia militar de Sandhurst como "Paki", una palabra con connotaciones racistas.
Tras el escándalo por la metida de pata, un portavoz del Palacio de St. James's, en Londres, afirmó que el hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida Lady Di hizo los comentarios hace tres años en referencia a un amigo "y sin ningún tipo de maldad". Cosa que no le cree nadie, porque el principito es famoso por sus salidas de libreto.
En otra parte del video, Harry califica a un cadete militar como "raghead" (cabeza de trapo).
Ésta no es la primera vez que el nieto de la reina Isabel II debe pedir perdón por un incidente racista. En 2005 Harry se vio obligado a disculparse públicamente por haberse puesto un disfraz de oficial nazi con la swástica y todo, en un hecho que hizo enfurecer a la comunidad judía de Gran Bretaña.
El video obtenido por el News of the World muestra al príncipe cuando aún era un aspirante a oficial de Sandhurst y aparece junto a otros cadetes en una sala de espera de un aeropuerto, mientras el contingente se trasladaba a Chipre para entrenamientos militares.
Además, aparece haciendo un llamado falso a su abuela Isabel II, que es comandante en jefe de la Armada británica.
"Abuela, tengo que irme, envía mis cariños a (los perros) Corgis y al abuelo (el duque Felipe de Edimburgo). Tengo que irme, tengo que irme, adiós. Que Dios te Salve, sí, es genial", bromeó.
