Las prostitutas que desataron un huracán de críticas contra sus clientes, el servicio secreto estadounidense, soltaron la firme sobre su "fogosa" noche. Una de las minurris apodada Dania Londoño aseguró que los gorilones que llegaron a proteger al presidente Barack Obama en la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, ni siquiera gozaron del servicio contratado.
Londoño dijo que los agentes "son unos tontos" porque contrataron a las minocas todos cancheros, pero al final durmieron toda la noche de puro curados. "Estaban excesivamente borrachos, pidiendo licor, pasándola rico (...) Solamente tomaban alcohol y bailaban", dijo la mina a W Radio.
Uno de los 12 agentes de la comitiva le pidió sexo y la colombiana exigió 800 dólares (unas 385 mil luquitas). El gringo dijo 'upa chalupa' y se fueron al Hotel Caribe, donde no hubo nada de acción porque roncó toda la noche. Al día siguiente la recepción del hotel invitó a la muchacha a despejar la habitación, así que, según las palabras de Dania: "lo desperté y le pedí el dinero".
El gringo manita de guagua apenas le pasó 50 mil pesos colombianos (apenas 13 lucas), lo que desató la ira de la mina, quien se mandó el tremendo show en el hotel. A tanto llegó el griterío que acudió la policía colombiana a calmar los ánimos. Al final los 12 guardias hicieron una vaca y le pasaron 250 dólares (120 mil pesos).
Londoño aclaró que no contó algunos de los detalles más sabrosos de la historia porque ha recibido ofertas de medios para contar su relato.
