Su nombre es Barzan Majeed. Pese a que, en ausencia, ha sido declarado culpable de más de un centenar de cargos, todavía no ha cumplido con las penas.
Fue en 2006 cuando un hombre kurdo-irakí llamado Barzan Majeed entró ilegalmente a Inglaterra. En ese momento, tenía 20 años y viajaba en la parte trasera de un camión.
Poco después, en 2007, las autoridades británicas le negaron el permiso para quedarse.
Sin embargo, él permaneció ahí. E, incluso, estuvo años en prisión por crímenes vinculados a las drogas y las armas.
En 2015, Majeed fue deportado a Irak. Y poco después, pasó a ser conocido con un particular apodo: “Escorpión”.
Dicho pseudónimo es una referencia a sus actividades como traficante de personas, un ámbito al que ingresó en 2016 por presuntas influencias de su hermano mayor, quien estaba recluido en Bélgica.
Entre ese año y 2021, su banda se posicionó como una de las más activas del continente.
Pese a que ha recibido múltiples condenas en ausencia en territorios como Reino Unido, Francia y Bélgica —y que han caído más de una veintena de sus aliados— , “Escorpión” no ha cumplido con esas penas.
Actualmente, Majeed es el traficante de personas más buscado de Europa. Y pudo ser localizado por un equipo de la BBC en Irak.
Según reportaron, durante su investigación compartieron todos los hallazgos con las autoridades británicas y europeas.
La fiscal de Bélgica, Ann Lukowiak, declaró ante esta situación que se espera que sea extraditado para que pague por los cargos de los que fue declarado culpable.
“Eventualmente, lo derrotaremos”, manifestó la autoridad belga.
El caso de “Escorpión”, el traficante de personas más buscado de Europa
El rol de “Escorpión” en el tráfico de personas es el de hacer las gestiones para que se cumplan estas actividades.
A pesar de que en un inicio negó al citado medio que siguiera implicado en este ámbito, después recalcó que él ejerce como “el hombre del dinero”, por lo que no está en primera persona para transportar personas.
Los recorridos que efectuó con su grupo entre 2016 y 2021 fueron a través de embarcaciones por el Canal de la Mancha, que separa Reino Unido de Francia.
Una joven que trató de hacer el trayecto contó a la BBC que estuvo a punto de morir. Detalló que iban en un bote inflable en deplorables condiciones y que ninguna de las 19 personas a bordo contaba con chaleco salvavidas.
Datos rescatados por el citado medio detallan que los traficantes de personas pueden cobrar aproximadamente unos $7.500 dólares por individuo para cruzar en una embarcación.
Un exsoldado que trabaja con refugiados y que colaboró en la investigación, Rob Lawrie, corroboró a través de un contacto que “Escorpión” actualmente se dedica al tráfico de personas desde Turquía hacia Grecia e Italia.
Esto, a través de las gestiones que realiza desde Irak.
El contacto de Lawrie aseguró que grupos de hasta 100 personas —incluidos niños— se hacinan en yates con licencia para transportar a solo 12 personas.
Junto con ello, precisó que los pilotos generalmente no tienen experiencia en navegación y que toman una ruta altamente peligrosa, debido a que evitan las patrullas de guardacostas.
En cifras, dijo que los pasajeros pagan cerca de $10.700 dólares (cada uno) para que se les considere en estas embarcaciones.
La representante de la organización benéfica SOS Mediterráneo, Julia Schafermeyer, aseguró a la BBC que los traficantes ponen en riesgo la vida de estas personas.
“No creo que les importe si viven o mueren”, enfatizó.
Por su parte, al ser consultado por el citado medio después de que lo ubicaran, “Escorpión” afirmó que los miembros de su banda habían tratado de implicarlo en el tráfico de personas para buscar “una condena menor”.
En este sentido, insistió en que él es “el hombre del dinero”, a pesar de los 121 cargos de los que fue declarado culpable en un tribunal belga.
Y respecto a los casos de personas que han muerto ahogadas durante estos trayectos ilegales, planteó: “Dios (escribe) cuándo vas a fallecer, pero a veces es culpa tuya. Dios nunca dice ‘entra en el barco’”.