Mal les resultó la movida que hicieron a la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y a su antecesor, Lula da Silva, que significó que el ex sindicalista se convirtiera en ministro para zafar de las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
Es que luego de asumir el cargo en la mañana de este jueves 17 de marzo, el juez federal Itagiba Catta Preta Neto suspendió la asunción por las investigaciones a las que es sometido Lula.
Así, sólo 40 minutos como Ministro de la Presidencia duró el barbón, a quien le filtraron anoche una conversación por cuernófono con la "Presi" en la que se ponían de acuerdo.