En una verdadera bola de nieve se convirtió la famosa cacería de elefantes que terminó con el Rey Juan Carlos con la cadera quebrada, ya que a la reprobación mundial por su cuática afición ahora le están achacando una supuesta infidelidad.
Juanca (72), que se mandó el pastelazo en el país africano de Botswana, según medios españoles, al momento de su accidente se encontraba acompañado por la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein (46), su supuesta amiga con ventaja.
La rucia, según los sapos, es su acompañante habitual en estas cacerías y hace ratito que se le vincula a ella, según el diario pepe La Voz Libre de España.
Las especulaciones sobre el enojo de la reina Sofía se acrecentaron ayer, luego que visitara a su marido en la clínica por sólo media hora y tres días después del accidente.
El ahora llamado "rey de la selva" además tenía la presidencia honoraria de la WWF, institución protectora de los animales, quien anunció que presentará su molestia por saber que disparaba a elefantes por puro deporte, mientras se especula que se le pedirá la renuncia.