Aunque no fue un viaje en primera clase, un rinoceronte negro se dio el gusto de conocer desde los cielos todas las llanuras africanas donde ronca e impone su tremenda presencia. Todo fue parte de una movida del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), que trasladó al animal en un helicóptero amarrado de sus patas a una nueva casita, todo como parte de un proyecto de expansión del rinoceronte negro en Sudáfrica.