Las manifestaciones en el país dejaron de manifiesto, otra vez, la tensa relación que viven las dos potencias mundiales. Gringos los acusan de "socavar" las instituciones criollas, pero desde Rusia lo niegan.
Una nueva crisis diplomática enfrentan por estos días los gobiernos de Estados Unidos y Rusia. La mocha tiene como detonante la crisis social que se vive en Chile hace dos semanas.
La cancelación de la Cumbre APEC no cayó del todo bien en la Casa Blanca, desde donde especulan que manos rusas estarían detrás de la movilizaciones que se generan en nuestras calles.
Así, al menos, lo confirmó en entrevista con agencia EFE, el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado, Michael Kozak, quien juró que el gobierno de su país había identificado en las redes sociales "cuentas falsas" procedentes de Rusia que intentan sembrar discordia en la red y mover las masas en Chile con la intención de "socavar las instituciones, la democracia y la sociedad chilena".
Dicha información habría sido entregada por el mismo Donald Trump al Presidente Piñera en conversación telefónica registrada una vez que se supo que guateó la organización de la APEC, el miércoles pasado.
La tocada de oreja de Estados Unidos no fue bien recibida en el Kremlin, donde aseguraron que respetan la soberanía de los países y sus procesos democráticos. De paso, acusaron a la Casa Blanca de querer manchar la imagen que desea proyectar el gobierno ruso al resto del mundo.
"Respetamos la soberanía de los estados. No debe haber ninguna duda sobre nuestra política, firme y consecuente. Estoy seguro que los políticos chilenos, la sociedad chilena, comprenden esto perfectamente y de que las intrigas malintencionadas de EE.UU. no darán el resultado esperado por Washington", sostuvo el viceministro de Asunto Exteriores ruso Sergei Ryabkov, quien aseguró que no es primera vez que en Estados Unidos meten al saco a los rusos en peleas ajenas.