Un niño holandés de 8 años fue el único sobreviviente de un accidente aéreo que protagonizó un Airbus A330 de la compañía libia Afriqiyah Airways, pocos minutos antes de aterrizar en el aeropuerto de Trípoli. En la tragedia murió el resto de los 104 ocupantes del aparato: 93 pasajeros y 11 tripulantes.
La nave, procedente de Johanesburgo, quedó prácticamente desintegrada, con sólo una parte del fuselaje trasero reconocible y sus restos desperdigados en multitud de fragmentos en un radio de varias decenas de metros en una zona arbolada de las inmediaciones del aeropuerto, según mostraron las imágenes del lugar del accidente difundidas por la televisión estatal libia.
El pequeño Ruben van Ashout se encuentra ingresado en un hospital de Trípoli y su vida no corre peligro, afirmó el ministro de Transportes libio, Mohamed Zidane, quien anunció que 96 cadáveres fueron localizados, al igual que las cajas negras del aparato.
El niño fue operado de las fracturas que le provocó el siniestro, acompañado de un miembro de la Embajada de Holanda en Trípoli, según un portavoz del Ministerio de Exteriores holandés.
El Club Real de Turismo Holandés confirmó que en el avión viajaban 62 ciudadanos de esa nacionalidad, que formaban parte de dos grupos de turistas que volvían de un viaje a Sudáfrica y entre los que había dos niños. Todos, salvo el pequeño Ruben, murieron en el accidente.