Si creía que en Chile era el único país donde los avispados papurris bautizaban a sus hijos con raríficas chapas como Nikkita, Pebbels, Frankchescoly o Yhampool, está equivocado, porque en Rumania parecen llevar la batuta a nivel mundial en cuanto a nombres cuáticos se trata.
Resulta que en el país balcánico se aburrieron de los papurris "creativos" y promulgaron un nuevo Código Civil que impide a los padres chantarle un nombre cómico a sus retoños.
Cáchese que por allato se estaba haciendo moda colocarle a los recién nacidos chapas tan increíbles como Paracetamol, Semáforo, Doctor o Mariano Monamour.
El 2010 por ejemplo, existían 611 niños bautizados como "Toronegro" (Bounegru), 581 "Muerto" (Mortu), tres "Cojón" (Coi), un "Tonto" (Prostu), un "Culo" (Curu) y otro "Agrio" (Acru). Esa onda.