La mítica Atlántida que ha tenido cachuos a científicos a través de los siglos y que tuvo su origen en el filósofo griego Platón, todavía tiene de las mechas a la comunidad investigadora.
Richard Freund, arqueólogo e investigador de la Universidad gringa de Hartford está convencido de que, debajo de las marismas del Parque Nacional de Doñana, pudo existir una ciudad de diseño circular que coincide con la descripción que Platón hizo de la Atlántida.
Freund dirige a todos los mateos del equipo internacional de investigadores que, con el respaldo de la National Geographic Society, buscan la urbe perdida en el noroeste de Cádiz.
Eso sí el chaqueteo de sus colegas ha sido monumental, pues consideran prácticamente una fantasía lo que plantea este equipo de investigadores.
"Platón decía que la Atlántida estaba cerca de las columnas de Hércules, lo que en la actualidad llamamos el Estrecho de Gibraltar, y eso es un punto de partida muy específico", señala Freund al diario electrónico abc de España.
Al grupo les ha salido humo del tejado durante dos años para situar la Atlántida en el mapa, aunque reconocen que lo que se esconde bajo las marismas no tiene por qué ser necesariamente la mítica ciudad perdida.
"Si dentro de miles años alguien buscara las famosas Torres Gemelas de finales del siglo XX, sabría que todo el mundo en esa época las emplazaba en Nueva York, así que tendría que buscar allí», explica el científico.
Pero hay otra luz que alumbra a este equipo de trabajo, que intentan probar o refutar una hipótesis de dos científicos alemanes, Werner Wickboldt y Rainer Kühne, quienes afirmaron que, mientras examinaban unas fotos de satélite de Doñana, habían detectado estructuras que se parecían mucho a las que Platón describía.
Cuando le consultaron al sabiondo Freund por el caracho de la Atlántida, dijo que no creía que fuera un paraíso y no cachaban nada acerca de la forma en la que la ciudad se organizó, ni siquiera lo hermosa que era.
Sí cree que la ciudad se vino abajo por un cataclismo, seguramente un terremoto y un brutal tsunami parecido al que ha sufrió Japón la semana pasada.