El ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quería puro suceder a Obama en la presidencia de Estados Unidos, pero tendrá que conformarse con volver al cine.
Según verseó el mismísimo "Governator" al diario austríaco Kronen Zeitung "el único gran cargo político que me interesa realmente no está a mi alcance, porque nací en Austria y eso me impide llegar a ser Presidente de Estados Unidos". Ello, porque la ley gringa no permite que un político nacido en otro país llegue a ser el mandamás de Yanquilandia.
Schwarzenegger, quien ya tiene 63 años, cacha que por su edad tampoco volverá a realizar papeles como "Conan el bárbaro" o "Terminator" que lo lanzaron a la fama.
"En el futuro, naturalmente tendré que adaptarme a mi edad. También lo hizo así Clint Eastwood. Los golpes y disparos extremos ya no tienen cabida", reconoció el musculoso tatita.
Por lo mismo, en las noches lee guiones que le presentan amigotes y ya está interesado en una historia real.
"En ese caso, interpretaría a un viejo oficial alemán que tras la guerra recibe la orden de matar a decenas de niños. Pero no lo hace, y arriesgando su vida consigue, de forma un tanto aventurera, ponerse a salvo", verseó el dinosaurio.
En la entrevista el actor también sapeó que su mamá creía que era homosexual cuando lolo, pues tenía puras fotos de fisicoculturistas medio desnudos en su pieza: "A mi madre le preocupaba tanto que una vez rogó a nuestro médico de familia que mirase lo que me pasaba", pero, según contó Schwarzenegger, el doc tranquilizó a su mami y le dijo que otros jóvenes llenaban las paredes con carteles de los Beatles: "Como deportista su hijo al menos no le da a la bebida y al tabaco", le habría dicho el médico a la madre del actor.