En mayo pasado el actor y ex gobernador gringo Arnold Schwarzenegger quedó en vergüenza al publicarse que tenía un retoño, fruto del amor prohibido con una nana. Producto de la canita al aire, sus hijos legítimos le hicieron la cruz y su esposa, Maria Shriver, lo mandó a la cresta con viento fresco.
Pero a dos meses de la tormenta, al "Terminator" se le salió todo el robot que lleva adentro. En la audiencia para determinar la separación del matrimonio, Arnold tuvo el descaro de ofrecerle una tapa para su esposa y cero pesos mensuales para la pensión de sus angelitos.
La carta entregada por los abogados del "Terminator" corresponde a la respuesta a la demanda de divorcio de Maria Shriver, que entregó varios meses después de conocer el desliz con la empleada de la casa. En la petición, la pariente de los Kennedy alegó "diferencias irreconciliables" con Schwarzenegger.
En otro punto de la demanda, el ex gobernador también se negó a ponerse con los honorarios de los litigantes de su ahora ex esposa, según indicó la agencia AP.
Para más remate, el abogado del actor pidió la custodia de sus dos hijos de 17 y 13 años, de acuerdo a los documento recogidos por el noticiario E! News.
Algunos expertos señalan que el patrimonio del matrimonio, incluido propiedades y cuentas corrientes, llegaría a los 400 millones de dólares, por lo que si los abogados de Shriver se mueven bien, podría llegar a ser uno de los cinco divorcios más caros de la historia de Hollywood.
Varios medios informativos aseguran que en el último mes Arnold ha viajado hasta la casa de Mildred Baena, su antigua polola, para visitar a su nuevo peque, con el que quiere tener una relación más cercana.