La candidata de la región parisina al título de Miss Francia 2011, Pauline Darles, abandonó el curso de preparación en las islas Maldivas para la gala porque los organizadores del certamen la trataban como "ganado".
"Pensaba que la reina de la belleza era también una mujer libre. Me equivocaba. Somos tratadas como ganado, manipuladas, formateadas. No son mis valores", afirmó hoy Darles en el diario "Le Parisien".
Miss Île de France, de 22 años, se quejó de la vigilancia continua a la que estaban sometidas las 33 candidatas durante las largas sesiones preparatorias.
"Estaba hasta las narices de los responsables que espiaban hasta el último de nuestros gestos, de que mirasen nuestros platos para saber qué comíamos. Hasta las narices de señoras que verificaban si nos escondíamos para fumar por las noches" y "harta de callar como si fuéramos crías de 4 años", afirmó.
La gota que colmó el vaso de la paciencia de la Miss fue la "enésima" sesión fotográfica bajo la lluvia, de unos cincuenta minutos, tras la que esperaba otra grabación para la página web del concurso.
Según los organizadores, Darles "no estaba en la línea del principio y el espíritu del concurso" en aspectos como "la vida en grupo", el "respeto de los horarios", y "las obligaciones artísticas", aseguran en su página web.
"Le faltaba confianza en ella misma, tenía miedo de la competición y de las miradas de los otros", señalaron desde Endemol, la sociedad responsable de Miss Francia.
Darles fue reemplazada por la primera dama de Île de France, la joven de 23 años Jessica Muzaton, que se convierte en una nueva aspirante de este certamen que se celebrará el próximo 4 de diciembre en la localidad de Caen, en el noroeste de Francia.
EFE