Harper Kurtz tiene 13 años y como todas las lolas de su edad, es fanática de las selfies. Durante un viaje que hizo junto a su madre, Melissa, se tomó caleta de fotos.
El problema vino cuando empezó a revisar las imágenes que se había tomado. Con horror, descubrió la presencia del fantasma de un niño en ellas.
La mamá de Harper empezó a investigar lo ocurrido. Descubrió que un año antes, en el lugar donde fue tomada la foto, hubo un brígido accidente automovilístico.
"Estuve en shock por descubrirlo. Creo que es importante que el mundo vea esa foto porque sé que es genuina y real. Éramos sólo dos en el vehículo", agregó la mujer.
La advertencia del fantasma
Melissa cree que el niño que estaba con ellas quería enviarles un mensaje. Fue por eso que consultó con un "experto" en la materia llamado Greg Pocha.
"Harper no tenía colocado su cinturón de seguridad y el investigador que observó la imagen cree que el fantasma querría advertirla al respecto", añadió.
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