BUENOS AIRES.- En una emotiva y simbólica ceremonia, esta tarde Cristina Fernández juró nuevamente como presidenta de Argentina, iniciado así su segundo mandato en el sillón más bacán de la Casa Rosada. En la oportunidad, cientos de trasandinos se congregaron en las calles y en las inmediaciones del Congreso para celebrar y apoyar al gobierno.
En un emocionante discurso, donde recordó entre lágrimas al ex presidente Nestor Kirchner, su marido, la presidenta recibió de manos de su hija la banda presidencial, en un hecho nunca antes visto y fuera de protocolo. La Señora "K" aseguró que "pese a la alegría y la contundencia del voto popular falta algo y falta alguien, alguien que exactamente ocho años y cinco meses en este mismo lugar y yo sentada frente a él, venía a decirle a todos los argentinos que él pertenecía a una generación diezmada".
En esta onda, Fernández repasó los logros de su administración, destacando el índice de cobertura previsional con un 96% de argentinos en condiciones de jubilarse. Y se detuvo también en los juicios de derechos humanos: destacó el avance de los últimos años en los juicios contra los represores de la última dictadura militar (1976-1983) y celebró no tener hoy que "pronunciar la frase" que formuló cuando asumió en 2007, a favor de que se terminara con la "impunidad".
A la ceremonia asistieron mandatarios y diplomáticos de la región, entre ellos el Presidente Sebastián Piñera, quien felicitó a Cristina Fernández por su nuevo mandato.
