Dictamen dice que cuando un trabajador viaja por un tema laboral, continúa siendo responsabilidad del empleador.
Seis años tardó la justicia francesa en darle la razón a la familia de un hombre que murió tras tener sexo durante un viaje de trabajo, al calificar su deceso como un accidente laboral.
Todo comenzó en 2013, cuando el ingeniero de la empresa de construcción TSO, que fue identificado solo como Xaviar, fue en viaje de negocios a la localidad de hotel Meung-sur-Loire.
Allí conoció a una mujer, con la que mantuvo relaciones sexuales durante la noche y al día siguiente fue hallado muerto en su habitación del hotel.
Ya en una primera instancia los tribunales franceses dictaminaron en 2016 que "un encuentro sexual es un acto de la vida normal como ducharse o comer".
Apelación por sexo adúltero
Y ahora, tres años después, la justicia gala no sólo ratificó su dictamen anterior, sino que estableció que cuando un trabajador viaja por un tema laboral y enviado por la empresa, continúa siendo responsabilidad del empleador. Aquello, sin importar qué haga el trabajador dentro o fuera de su horario laboral.
La empresa TSO había apelado al fallo de 2016 argumentando, entre otras cosas, que el ataque cardíaco no tenía que ver con el trabajo de Xavier, que el hombre no estaba en la habitación del hotel que le habían reservado y hasta que el encuentro sexual tras el cual falleció era de carácter adúltero.