Sharon cree que el 11-S fue chiva para guerrear

En Bajos Instintos el personaje interpretado por Sharon Stone es sospechoso de asesinato. Durante el interrogatorio la mijita, que viste una mini blanca, cruza las piernas y los detectives cachan que no usa churrines. ¡Notable!

Desde esa peluda escena de la película de 1992 que la rucia no hacía tanta noticia como ahora que cuestionó las acciones militares de EE.UU.

La actriz gringa de 49 años "nunca" ha creído la versión oficial sobre los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Nueva York y Washington, según confesó en una entrevista que publicó la revista femenina árabe "Para Ella".

Stone también criticó las invasiones a Irak y Afganistán, y puso en entredicho que esas campañas tuviesen relación con los atentados.

"Nunca me llegué a creer la versión oficial acerca de los atentados terroristas contra los Torres Gemelas en Nueva York ni tampoco creí que las guerras de Afganistán e Irak fueran una consecuencia directa de éstos", declaró la rucia en su reciente visita a Dubai. Consideró que no era necesaria una guerra defensiva ni el derramamiento de tanta sangre después de lo acontecido el 11 de septiembre, "ya que EE.UU. no había sido invadido ni estaba en guerra".

"Cuando uno elige la guerra debe entender que elige asesinatos, sangre y tortura. Siento un gran dolor cuando el foco es la muerte de 4 mil soldados estadounidenses, mientras se ignoran 600 mil muertes de iraquíes... la guerra no es una película, es una tragedia de cadáveres, víctimas, minusválidos, huérfanos, viudas y desplazados", declaró.

La actriz también acusó a los medios de comunicación de EE.UU. de manipular la información acerca del mundo árabe. "Siento miedo cuando me doy cuenta que en mi país ocultan o manipulan información", contó.

La potable cuarentona dijo que no entiende "por qué todas estas muertes" que, en su opinión, no van a solucionar la crisis que vive el país.

Sharon Stone concluyó que "la guerra no es ficción, sino que una trágica realidad sin sentido y sin ganadores".

Aprovechando la visita en Dubai también organizó una campaña para recaudar más de un millón de dólares para la investigación y concientización sobre el sida, que sigue siendo tabú en el mundo árabe.

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