A pesar de que fue sorprendido encumbrando volantines sin hilo en la intimidad de su celda, el ex astro del fútbol americano O. J. Simpson logró ayer que le dieran la libertad condicional.
Esto tras pagar 9 de los 33 años de cana que se ganó por robarse unas camisetas con su nombre desde un museo deportivo de Las Vegas.
El hombre saltó a la fama por sus touch down (goles), sus apariciones en películas y a la decadencia absoluta al matar a su esposa (crimen que no pagó por decisión de un jurado en 1995).
También, el moreno dio néctar de costa a costa amenazando con suicidarse.
Pillaron a O. J. Simpson con las manos en la masa
El compipa estaba en la pitilla, porque se ganó una anotación negativa cuando una guardia de la prisión de Lovelock lo pilló dándose autosatisfacción en su calabozo.
Es que aunque parezca idiota, eso está estrictamente prohibido en las prisiones federales de los Estados Unidos.
Pese a eso, Orenthal James Simpson, a sus 70 años dejará de tomar sol a cuadritos a partir de octubre próximo, y si quiere darse el gustito debe estar ojo al charqui para no ser sorprendido otra vez.