Más y más soldados israelíes salieron ayer de la Franja de Gaza, tras una ofensiva de 22 días contra el grupo militante Hamas, mientras ambas partes mantenían un cese al fuego permitiendo a unos conmocionados palestinos enterrar a sus muertos y evaluar los daños.
En el campo de refugiados de Jabalya, escenario de fuertes combates, ninguna casa quedó indemne a los daños. Enormes montones de basura se descomponían en las calles, mientras niños buscaban botellas de plástico vacías.
Está previsto que las fuerzas israelíes completen su retirada de Gaza para el martes, antes de que Barack Obama jure como presidente de Estados Unidos, dijeron fuentes políticas de Israel.
El secretario general de la ONU, Ban Kimoon, planea visitar el empobrecido territorio costero ese mismo día.
Israel fue visto por algunos como interesado en devolver sus tropas a casa para cuando Obama asuma como presidente de Estados Unidos, para evitar cualquier fricción con su cercano aliado.
Maquinaria pesada retiraba los escombros de las calles en el territorio costero gobernado por Hamas mientras la oficina central de estadísticas palestinas estimó que más de 22.000 edificios resultaron dañados o destruidos y que se requerirían al menos 1.900 millones de dólares para reparaciones. El rey de Arabia Saudita prometió mil millones de dólares pa' la reconstrucción.
Una fuente de Hamas en la Franja de Gaza dijo que 5.000 casas, 16 edificios gubernamentales y 20 mezquitas fueron destruidas, además de 20.000 viviendas que quedaron con daños.
HAMAS PIENSA SEGUIR LA LUCHA
Un portavoz del ala armada de Hamas, con su cara cubierta por un pañuelo palestino, advirtió que repondrían su arsenal de cohetes y otras armas, desafiando los esfuerzos internacionales o de Israel por acabar con el contrabando de armamento.
"Hagan lo que quieran. Fabricar las armas sagradas es nuestra misión y sabemos cómo adquirir armas", dijo Abu Ubaida, portavoz del brazo armado de Hamas, en una conferencia de prensa.
