Sólo asientos y un flotador del Air France avistaron rescatistas

El gobierno brasileño confirmó que cayó al mar el Airbus A330-200 de Air France, que desapareció en la noche del domingo sobre el océano Atlántico con 228 personas de 32 nacionalidades a bordo, durante un vuelo entre Río y París.

Según el ministro de Defensa brasuca, Nelson Jobim, la mala noticia se supo al mediodía, cuando un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Brasileña avistó un "conjunto de fragmentos", que se extiende por una franja de 5 mil metros cuadrados en el Atlántico, a 640 kilómetros de la isla de Fernando de Noronha, en el noreste del país.

"No es probable que la marea haya reunido cinco kilómetros de materiales. Nuestra posición es que se trata de parte del Airbus. No hay dudas", afirmó Jobim, después de encontrarse en Río con familiares de los 228 ocupantes de la aeronave siniestrada.

El ministro aclaró que los fragmentos avistados son objetos metálicos y cables, que formarían parte del fuselaje del Airbus desaparecido. Horas antes, la Aeronáutica brasileña ya había anunciado el hallazgo en la misma región de algunos restos, que incluían un asiento de avión y un flotador color naranja.

Según Jobim, los familiares de los pasajeros y tripulantes del vuelo 447 de Air France ya fueron informados sobre el hallazgo, así como el gobierno francés.

El ministro no quiso comentar la posibilidad de que el avión haya explotado en el aire, así como la de que haya supervivientes: "Nuestra operación no se hace en base a hipótesis, sino sobre resultados. Si trabajáramos con hipótesis, podríamos suspender las búsquedas".

No obstante, en el hotel Windsor de Río de Janeiro, donde Air France mantiene virtualmente aislados a los familiares de las víctimas del accidente, la confirmación de que los restos encontrados son del Airbus no destruyó totalmente las esperanzas.

Los fragmentos están ubicados en una extensa área cerca del archipiélago de Sao Pedro y Sao Paulo, en el Oceáno Atlántico.

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