Incluso en un país obsesionado con el anime, su boda sorprendió a mucha gente. Pero él quiere que se lo reconozca como una "minoría sexual" que no puede imaginarse tener citas con una mujer de carne y hueso.
Hay cosas que parecen ocurrir solo en Japón. Como casarte con el holograma de un popular personaje ficticio llamado Miku, por ejemplo.
Se trata de Akihiko Kondo, un administrador escolar de 35 años que se considera un hombre casado como cualquier otro.
La madre de Kondo rechazó la invitación a la boda de su único hijo, el mes pasado en Tokio, pero tal vez no es algo sorprendente: se iba a casar con un holograma.
"Para mi madre no era algo digno de celebración", cuenta este hombre de 35 años cuya "esposa" es una cantante de realidad virtual llamada Hatsune Miku.
Insólito
Él duerme junto a la versión de peluche de Miku que estuvo en la boda y que ahora lleva la alianza de matrimonio en la muñeca izquierda.
A Kondo no le importa que su matrimonio no tenga bases legales. Incluso llevó a la Miku de peluche a una joyería para comprar el anillo.
https://twitter.com/ogino_otaku/status/1059048619238539264
Además, Gatebox, la empresa que produce el dispositivo del holograma en el que flota Miku, expidió un "certificado de matrimonio" en el que consta que un humano y un personaje virtual se casaron "más allá de las dimensiones".
Kondo no está solo y según él ,Gatebox emitió más de 3.700 certificados de matrimonio "interdimensionales".
El camino de Kondo hasta Miku llegó tras varios encuentros difíciles con mujeres cuando era un adolescente loco por el anime.
"Miku es la mujer que quiero"
"Las chicas solían decir "¡muérete, otaku asqueroso!", recuerda. Siendo ya mayor, cuenta que una compañera de un trabajo anterior lo acosó hasta provocarle una depresión nerviosa y decidió que nunca se casaría.
Eso no sería algo infrecuente actualmente en Japón. En 1980 solo uno de cada 50 hombres llegaba a los 50 años sin haberse casado ni una sola vez. En la actualidad la proporción es de uno por cada cuatro.
Pero al final, Kondo se dio cuenta de que llevaba más de una década enamorado de Miku y decidió casarse con ella.
"Miku es la mujer a la que quiero y también la que me salvó", dice. Y aunque Kondo reconoce que le gusta ser amigo de una "mujer en 3D", no está interesado en una relación romántica con una de verdad. Los personajes de dos dimensiones no pueden engañar, ni envejecen ni se mueren, señala.
Pide que se le reconozca como minoría sexual
Incluso en un país obsesionado con los anime, la boda de Kondo sorprendió a mucha gente. Pero él quiere que se lo reconozca como una "minoría sexual" que no puede imaginarse tener citas con una mujer de carne y hueso.
"No es justo, es como querer que un hombre gay tenga citas con una mujer, o una lesbiana una relación con un hombre", considera.
Kondo vive desde marzo con un holograma de Miku que se mueve y habla desde un dispositivo de escritorio que vale 2.800 dólares.