Tras un exitoso aterrizaje, los científicos esperan entender cómo se formaron los planetas rocosos de nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años.
Una sonda de la NASA diseñada para excavar la superficie de Marte aterrizó en el Planeta Rojo este lunes, luego de una travesía de 482 millones de kilómetros (300 millones de millas) con una duración de seis meses, y un peligroso descenso a través de la atmósfera rosa.
Los controladores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar, aplaudir y soltaron risas cuando recibieron la noticia.
"¡Aterrizaje confirmado!", anunció un controlador.
Y hoy revelaron las primeras imágenes a través de su cuenta de Twitter oficial:
https://twitter.com/NASA/status/1067146825931661313
La fotografía enviada de la superficie de Marte tenía manchas por escombros en la cámara de la sonda, pero mostró una superficie plana con pocas sino es que ninguna roca, justo lo que los científicos esperaban. En las próximas horas y días llegarán mejores fotografías.
Su misión
https://twitter.com/NASA/status/1067257207799103488
La sonda InSight, de tres patas y con un costo de 1.000 millones de dólares, llegó a la superficie después de desacelerar con la ayuda de un paracaídas y motores de frenado, dijo la agencia espacial.
La sonda estacionaria de 360 kilogramos (800 libras) utilizará su brazo robótico de 1,8 metros (6 pies) para colocar una tuneladora mecánica y un sismómetro en la superficie.
La broca perforará 5 metros (16 pies) de profundidad para medir el calor interno del planeta, mientras que el sismómetro detectará posibles sismos.
Al examinar el interior de Marte, los científicos esperan entender cómo se formaron los planetas rocosos de nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años y por qué son tan distintos. Marte es frío y seco, Venus y Mercurio son muy calientes y la Tierra es viable para soportar vida.
Sin embargo, InSight no puede detectar vida. Ello quedará para futuras sondas, como la misión a Marte de la NASA en 2020, la cual recolectará rocas que eventualmente serán llevadas a la Tierra para analizarlas en busca de alguna evidencia de vida antigua.