Los tiempos cambian y bien lo saben los campesinos de Taiwán, que a los bailes tradicionales a los fallecidos agregan ahora las lascivas performances de strippers y diosas del caño.
De acuerdo con el sapeo del antropólogo gringo Marc Moskowitz, reproducido por el portal www.huffingtonpost.com, la idea es que junto a las coloridas cermonias de danza se agreguen los contorneos de cabras ligeras de ropa y generosas de cutis para “apaciguar a los espíritus inquietos”.
El fenómeno comenzó a ser recogido por los apóstoles de la prensa taiwanesa en los años 80.
Claro que los primeros registros eran de ceremonias lascivas bien piolitas y donde se mostraba una que otra presita huacha de las bailarinas.
Pero el tiempo pasó y en la actualidad las cosas son bien distintas, según recoge Moskowitz en su video Dancing for the dead: funeral strippers in Taiwan, de youtube.com.
Según describe Moskowitz, ahora las cosas son bien públicas y se describen así: mientras los deudos y amistades del difunto expresan su dolor, por la calle pasa una caravana de bailarines con vistosos trajes, que danzan en medio de la zalagarda de música y petardos.
Al toque aparecen unos camiones convertidos en verdaderos escenarios móviles, en los que cabras expertas en dejar ardiendo el caño muestran sus habilidades.
Se suceden las strippers, que al compás de música para arder a fuego lento se sacan hasta las tapaduras.
Todo lo resume Chen Chung-hsien, a cargo de un templo taoísta, al declarar que con estas expresiones “se apacigua a los dioses y a los espíritus”... Claro que los asistentes a las performances quedan más prendidos que linterna de rondín.