Una escalofriante historia fue la que protagonizó el tatita Monroe Isadore, quien a sus 107 calendarios murió en un tiroteo con la policía cuando estaba asaltando una casa en Pine Bluff, al sur de Little Rock, capital del estado de Arkansas.
Todo comenzó cuando los guardianes del orden gringos llegaron a una residencia alertados de un atraco. Apenas llegaron, los polis se acercaron a la habitación donde estaba el anciano armado, dijo el teniente David E. Price, portavoz del Departamento de Policía de Pine Bluff, citado en un comunicado.
Sin embargo, los cabros no contaban con que Monroe estaba de malas pulgas y que los recibiera con una lluvia de perdigones de su escopeta de repetición.
Por lo mismo, a los polis que les quedó otra que solicitar refuerzos, entre ellos un equipo de SWAT, para que comenzaran a negociar con Monroe. Sin embargo, y ante la falta de acuerdo, los policías decidieron lanzar gas a la vivienda para provocar la salida del individuo. En ese momento, Monroe volvió a disparar a los agentes, quienes respondieron al fuego y finalmente lograron abatir al anciano.
Ahora, se investigará cómo un nonito de 107 peras se vio implicado en un asalto y la forma en la que procedieron los policías.
