“Te deseo lo peor de la vida”: el profundo desahogo de hermana de influencer asesinado por su “mejor” amigo

Foto: Redes sociales.
Foto: Redes sociales.

Tras la condena del sujeto, Lucía no se guardó nada.

Fue en julio de 2024 cuando se dio a conocer el caso de Catalina Gutiérrez (21), una joven influencer argentina que fue encontrada muerta al interior de su auto en la ciudad de Córdoba.

El crimen remeció a todo un país tras la detención de su compañero de universidad, Néstor Soto, quien confesó el femicidio.

Esta semana, luego de una larga espera, el imputado enfrentó a la justicia. En un impactante relato, el sujeto dio detalles sobre cómo terminó matando a su amiga luego de una discusión.

“Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió ‘dale, cu… encima de que no me invitás ¿Te tengo que esperar?’”, contó el criminal, según consignó TN.

“Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije ‘tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo y me dio una cachetada’”, agregó el sujeto.

Según lo relatado, respondió de manera violenta ante el golpe: “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste refuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”.

Tras esto, el joven señaló haber aplicado una maniobra de estrangulamiento hasta que Catalina quedó inconsciente.

“Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, reveló.

Al darse cuenta que la joven había fallecido, Néstor intentó prenderse fuego junto al cuerpo, pero no lo logró. “Se me pasó por la cabeza matarme, agarrar el auto y chocar. Vi el alcohol arriba de la heladera y pensé: ‘Me prendo fuego acá en el departamento’. No sabía qué hacer, iba y venía, me senté y no entendía qué hacer”, afirmó.

Néstor
Catalina y Néstor.

Posteriormente tomó el cuerpo y lo subió al Renault Clio de Catalina y manejó hasta que llegó a un descampado del barrio Ampliación Kennedy: “Frené en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarré el alcohol, lo tiré en el piso y también me lo tiré a mí. Prendí un fósforo y se empezó a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar”.

El acusado también reconoció que fingió no saber nada sobre lo ocurrido en las horas posteriores y que incluso abrazó a la mamá de la víctima en la comisaría. “Se me acercó y me abrazó como consolándome a mí, y a mí me daba asco, si yo lo hice. Me estaban tratando así y me daba asco, me sentía sucio”, señaló.

Perdón por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona”, señaló Néstor frente a los padres de Catalina.

Soto señala que se quebró cuando la policía fue a buscarlo para ir a declarar. “No aguanté más, exploté llorando y dije: ‘Me arruiné la vida, señor, me arruiné la vida’”, recordó.

Tras esto el joven pidió ver al padre de su amiga, “Lo primero que le dije a la Policía fue: ‘¿Dónde está Marcelo?’ Para que me mate, para que me tire al piso”.

En vista de los antecedente, la justicia argentina dictaminó una condena de prisión perpetua.

El descargo de la hermana

Lucía Gutiérrez, hermana de Catalina, hizo un emotivo descargo en redes sociales horas después de la de darse a conocer la pena máxima para Néstor Soto.

“Se hizo justicia, angelito mío. Podés estar en paz”, escribió la joven en una de las stories de Instagram.

En el mismo texto, la joven agregó: “Prometo honrar tu vida para siempre, hasta mi último día de vida. Te amo con mi alma entera”.

Luego, en otro mensaje que publicó en la misma red social, la joven apuntó contra Soto, a quien calificó de “basura”. Y junto con la imagen que subió del femicida, durante la última audiencia del juicio, añadió: “Te deseo lo peor de la vida. La justicia humana no repara, pero castiga. Que te pudras ahí adentro, que sufras cada día el triple de lo que nosotros sufrimos. Que te maten los pensamientos de tu cabeza, recordando lo que le hiciste a tu amiga”.

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