¡Teclito chupetea vidrios como si fueran papilla!

LA HABANA.- Trígimo Suárez Arcia, un teclito cubano de 70 años come vidrios como si fueran aceitunas. Lo ha hecho toda su vida y nunca le ha causado daños en el güergüero. ¡Glup!

"Empecé a comer vidrio con seis años (...). Cuando me iba movilizado a recoger café, mamá me mandaba dos o tres tubos de luz fría (lámparas fluorescentes) y unos cuantos bombillos. Ella sabía de mi gusto por el vidrio", descaseteó el nonito Trígimo Suárez Arcia al diario oficial Juventud Rebelde.

Don Trígimo contó que sólo fue a ver un doc cuando Fidel Castro se lo pidió en una reunión que tuvieron el año del ñauca.

"Recuerdo que el Comandante (Fidel Castro) me dio un vaso rojo. Lo mordí y en el primer intento fallé, en el segundo también y al tercero el vaso se partió y pa-pa-pa pa'dentro. Solo dejé el fondo. Fidel me dijo que había que estudiarme. Acepté y él ordenó que me trajeran a La Habana", recordó el anciano.

En esa oportunidad, los galenos le revisaron todo el esófago, el estómago y el duodeno, pero no tenía lesiones en ningún órgano.

Alonso Chil, el presi de la Sociedad Cubana de Medicina Interna cubana, dijo que la única explicación para que no se encontraran daños internos en el aparato digestivo es porque "tenía muy buena dentadura y trituraba el vidrio hasta hacerlo polvo". ¡Plop!

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