Siria atacó por error aeronave rusa, mientras respondía a un ataque israelí. Benjamin Netanyahu dijo estar dispuesto a entregar todos los antecedentes a Moscú.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se comunicó de urgencia con el presidente ruso, Vladimir Putin, para tratar la crisis política creada tras el misil sirio que derribó un avión ruso. El gobierno señala que respondía a un ataque aéreo israelí.
Netanyahu, a través de un comunicado, "expresó su pésame por la muerte de los militares rusos y dijo que Siria era responsable de la caída del avión".
El jefe del gobierno israelí "remarcó la importancia de continuar la coordinación de seguridad entre Israel y Rusia, que ha logrado impedir muchas pérdidas en ambos lados en los últimos tres años".
También informó al presidente ruso que está dispuesto a facilitar todos los detalles necesarios para la investigación del incidente.
Por su parte, el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov, acusó a Israel de ser responsable del incidente. "Consideramos hostiles estas provocaciones de parte de Israel" y "nos reservamos el derecho de responder de manera adecuada" advirtió.
Según Konashenkov, el mando militar israelí "no previno" que llevaría a cabo esta operación y la anunció a Moscú menos de un minuto antes del ataque, lo que "no permitió llevar al avión Il-20 hacia una zona segura".
Además, acusó a los pilotos de los F-16 israelíes de haber puesto deliberadamente en peligro al avión ruso, al camuflarse en su señal de radar colocándolo así "bajo el fuego de la defensa antiaérea siria".