La medida fue tomada por una alcaldesa del departamento de Tolima, quien está efectuando su plan para enfrentar la delincuencia en la ciudad.
“Terapia de choque”. Así denominó una alcaldesa en el oeste de Colombia una medida que es parte de su programa Delinquir no paga, con el cual busca combatir la delincuencia en la ciudad de Ibagué, en el departamento de Tolima, causando polémica por cómo involucra a jóvenes que se encuentran prontos a terminar su etapa escolar.
En el arranque de la iniciativa, la edil en cuestión, Johana Aranda, y su secretario de gobierno, Edward Amaya, llevaron a un grupo de estudiantes de distintos colegios públicos al Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta y Media Seguridad de Ibagué (COIBA), más conocido como “la cárcel de picaleña”, donde se encuentran peligrosos delincuentes privados de libertad, según consignó Infobae.
La idea es que los adolescentes vivan en primera persona lo que es la reclusión en un recinto de alta seguridad. Según ha difundido en imágenes el propio municipio, los jóvenes entraron en el centro como si de reclusos se tratara, siendo sometidos a una intensa revisión antes de ingresar; les vendaron los ojos para llevarlos al comedor, donde los guardias les dieron una “bienvenida” cargada de gritos.
Cómo es la “Terapia de choque”
En esta cuestionada dinámica, los estudiantes entran a las 7:00 de la mañana para salir a eso del mediodía: “Hacen un recorrido por algunos lugares del centro penitenciario e incluso se brindan charlas por algunos reclusos que cuentan sus experiencias y los hechos por los cuales están en ese lugar”, detalló el secretario Amaya, quien aclaró que la actividad se realiza con el consentimiento de los padres.
“Iniciamos esta estrategia, en la que queremos que ellos se enfrenten a una realidad que tal vez desconocen”, explicó la alcaldesa Aranda. “Queremos jóvenes que sean capaces de soñar alto, de tomar buenas decisiones y de transformar este territorio”.
Los primeros participantes de esta marcha blanca de la Institución Educativa Leonidas Rubio Villegas, y el plan de la autoridad es extenderlo a otras escuelas: “El objetivo de este programa es salvar vidas, mostrarles la realidad a los jóvenes de décimo y once (en Chile, tercero y cuarto medio) que están a punto de graduarse y salir a la vida real; y que se den cuenta de que ellos viven en una burbuja”, insistió Amaya. “Sensibilizar también a los padres de familia, de que delinquir es el peor camino”.
La medida ha generado cuestionamientos: mientras algunos ha defendido que se trata de una realidad que los jóvenes deben “conocer”, en los medios colombianos y redes sociales han puesto en duda la efectividad del plan, considerándolo innecesario y comparándolo con el “estilo Bukele”, en alusión al controvertido presidente de El Salvador.
Revisa acá algunas imágenes, compartidas por la alcaldesa
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