Un terremoto 7,3 en la escala de Richter remeció la zona noreste de Irak, cerca de la frontera con Irán, y provocó la muerte de al menos 61 personas.
El epicentro se ubicó en la región del Kurdistán, fronteriza entre los dos países, a casi 34 kilómetros de profundidad.
El remezón también dejó más de 300 personas heridas, por lo que la cifra de fallecidos podría aumentar en las próximas horas.
El terremoto provocó el corte de algunas carreteras rurales e hizo colapsar las comunicaciones telefónicas y el sistema eléctrico.
La ciudad más afectada fue Darbandikhan, cuyo principal hospital resultó con serios daños y quedó sin luz.
El último gran terremoto en Irak ocurrió en 2003, cuando un temblor de 6,6 provocó la muerte de al menos 35 mil personas y destruyó el 70% de la ciudad de Bam.