Con el fin de terminar el masivo ataque de los leones y hienas a las comunidades de masais, que han perdido más del 80 por ciento de su ganado, el Servicio de Vida Salvaje de Kenia trasladó a 4.000 cebras y 3.000 ñúes para restablecer el equilibrio entre carnívoros y herbívoros de la zona.
Los felinos, que debido a la sequía andan muertos de hambre, se darán un festín con las criaturas traídas desde el lago Nakuru.