El presidente de Estados Unidos, a través de su cuenta de Twitter, elogió los, según el, positivos efectos de su nueva política arancelaria alrededor del mundo, pero atacó a gobierno chino por actuar con represalias frente a la maniobra.
La incertidumbre a nivel global generada por el agresivo anuncio de Donald Trump durante su “Liberation Day”, donde anunció la mayor alza arancelaria en décadas alrededor ya tuvo su primer lunes negro.
O más bien, lunes rojo, considerando que la mayoría de las bolsas de comercio alrededor del globo, incluyendo la de Estados Unidos, marcaron números rojos en la primera jornada global en la que se están midiendo los efectos globales de esta movida de Trump.
En Estados Unidos en particular, se estima que se perdieron 3 billones de dólares en valorización de mercado en el peor momento de los números rojos transados en Wall Street.
Algo que, al parecer, no parece preocupar mucho a Donald Trump, el ideólogo e impulsor de esta medida, quien a través de su cuenta de X señaló los efectos positivos que esta medida ya estaría teniendo en su economía, que a estas alturas es la única que parece importarle:
“Los precios del petróleo están bajando, las tasas de interés están bajando, los precios de la comida están bajando, ya no hay inflación y los Estados Unidos que por tanto tiempo han sido abusados, están trayendo miles de millones de dólares a la semana de parte de los países abusadores gracias a los aranceles que ya están funcionando”.
Esta visión, sin embargo, está siendo opacada por el enemigo declarado de Estados Unidos: China, a quien Trump también dedicó unas palabras.
“Todo esto, a pesar del hecho de que el mayor abusador de todos, China, acaba de subir sus aranceles un 34% más que sus ya ridículas tarifas, sin reconocer mi advertencia a los países abusadores de no responder. Han ganado demasiado, durante décadas, tomando ventaja de los Estados Unidos y nuestos antiguos líderes son culpables de permitir que esto pase y mucho más, a nuestro país”.
Tras esto, Donald Trump señaló que pondría un impuesto adicional de 50% a las importaciones de China si es que ese país no desiste de sus represalias, las que simplemente igualaron las tarifas que puso Estados Unidos, pero ahora gravando sus importaciones.