Se amenazaron con botones nucleares en el escritorio y uno trató al otro de "desquiciado mental". Así, tal cual. La relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha sido tensa, furiosa, al borde de la guerra.
Pero prometieron calmarse y pactaron una cita para solucionar sus dramas. Y el país escogido para el histórico encuentro fue Singapur, donde ambos mandatarios ya están instalados. Se verán las caras hoy, en la paradisíaca isla de Sentosa.
Histórico
Poco antes de las 15 horas local, el ministro de Relaciones Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, anunció a través de Twitter que Kim Jong-un ya había llegado al país y que iba camino al hotel Saint Regis, a la espera de reunirse con el ministro Lee Hsien Loong.
Horas más tarde, el Air Force One despegó del aeropuerto de La Malbaie (Canadá), donde Trump se encontraba debido a la cumbre del G7 durante el fin de semana, para aterrizar en el país asiático. Rodeado de cámaras y acompañado de su secretario de Estado, Mike Pompeo, Trump bajó la escalerilla del avión.
Sin dar más declaraciones a los medios que un "me siento muy bien", se subió a una limusina que lo trasladó al hotel Shangri-La para pasar la noche.
Según lo previsto, la cita se iniciará a las 9 horas local, en el exclusivo hotel Capella de Singapur. Se trata del primer encuentro de la historia entre los dirigentes de los dos países, tras 70 años de confrontación y 25 de negociaciones fallidas sobre el poder nuclear.
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