Tuvieron que atarlo a su asiento por más de cuatro horas para impedir que desatara una tragedia.
Un momento de extrema tensión vivieron los pasajeros de un avión que se dirigía de Bangkok a Moscú, cuando un médico borracho intentó abrir la salida de emergencia a más de 10 mil metros de altura.
Se trata del anestesista ruso de 43 años, Vadim Bondar, quien tuvo que ser restringido en su silla por varios pasajeros y lo mantuvieron allí hasta que la aeronave aterrizó en Moscú, indica el
El médico había estado bebiendo ron pese a que la aerolínea prohibe el alcohol en clase económica, y según indicaron testigos a medios locales, era "extremadamente agresivo".
"Tenía dos botellas de alcohol y en algún momento trató de abrir una salida de emergencia. La tripulación y sus compañeros de viaje trataron de calmarlo, pero él seguía gritando (...) Lloró cuando le ataron los brazos y las manos".
La portavoz de Aeroflot, Vera Abanina, dijo que "el pasajero estaba violando de manera grosera el orden público. Gritó e hizo todo lo posible para crear la máxima incomodidad para los demás pasajeros del vuelo.
Alexander Bastrykin, jefe del Comité de Investigación de Rusia, intervino personalmente para exigir una investigación completa de lo que sucedió en el vuelo.
El Dr. Bondar admitió que bebió ron, pero "solo para pasar el tiempo mientras el avión estaba pasando por una turbulencia". Más tarde se disculpó con los pasajeros por "causar molestias".
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