A 40 años del ataque frente a 20 mil fieles en la Plaza de San Pedro, Mehmet Ali Agca -otrora extremista turco que disparó e hirió al Papa- vive libre en un barrio de Estambul.
A cuarenta años del atentado al Papa Juan Pablo II, diversas teorías se han tejido en torno al ataque.
Lo concreto es que aquel miércoles 13 de mayo de 1981, el extremista Mehmet Ali Agca -un turco musulmán de 23 años que formaba parte del grupo ultranacionalista Lobos Grises- disparó en cuatro ocasiones contra Karol Wojtyla, de 60 años.
Producto de este atentado en la Plaza de San Pedro, el líder religioso debió ser trasladado de urgencia al hospital Gemelli de Roma.
Pese a resultar con heridas en el abdomen, la mano izquierda y el brazo derecho, el polaco zafó de la muerte.
Para sorpresa del mundo católico, el 27 de diciembre de 1983, el Papa visitó a Ali Agca en la cárcel. En la instancia, le regaló un rosario y le confirmó su perdón.
Luego de pasar casi 30 años tras las rejas, Mehmet fue liberado en 2010.
¿A qué se debió el atentado?
En agosto de 2010 -y en charla exclusiva con la revista italiana Gente- Mehmet Ali Agca juró que nunca quiso matar al Pontífice, sino que sólo herirlo.
El turco afirmó que "habría sido muy fácil matarlo, pero no estaba en los planes".
Además, reveló que fue contratado por un país extranjero para hacerlo.
Ya en noviembre, profundizó sobre el ataque al Papa. En diálogo con la televisión pública turca TRT afirmó que el Vaticano orquestó todo para acabar con el Pontífice.
"Definitivamente, el Gobierno del Vaticano estuvo detrás del intento de asesinato (del Papa). El cardenal Agustino Casaroli, el segundo hombre en el Vaticano, decidió esto", sostuvo.
Incluso, fue más allá y culpó directamente a Agustino Casaroli -entonces prosecretario de Estado del Vaticano- de haber organizado todo para el asesinato de Juan Pablo II.
El acusado explicó que, supuestamente, el cardenal Casaroli le dio la orden de ejecutar a Karol Wojtyla a través de un agente que identificó como el "Padre Michele".
"Hice prácticas para el ataque junto con el Padre Michele y otro agente del Vaticano. Me reuní varias veces con él e incluso fuimos a la Plaza de San Pedro para planear el atentado", añadió.
En 2013, se dio a conocer el libro escrito por Mehmet Ali Agca: "Me prometieron el paraíso. Mi vida y la verdad sobre el atentado al Papa". En la publicación, apuntó al líder espiritual de la revolución iraní, el ayatolá Jomeini. "Debes matar al Papa en nombre de Alá", le habría ordenado.
Fue en la misma época en la que el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, acusó a Agca de dar "más de cien versiones" acerca de lo ocurrido en 1981.
Unión Soviética
10 años después, en febrero de 2020, Ali Agca conversó con el diario británico Daily Mail. Ahora, apuntó a la Unión Soviética como el país responsable de orquestar la operación que conmocionó al mundo.
"Fueron ellos quienes planearon el asesinato, lo querían muerto", aclaró.
"El Papa se convirtió en un hermano para mí. Cuando falleció, sentí que mi hermano o mi mejor amigo había muerto", contó.
El año pasado, el turco -que hoy vive en un tranquilo suburbio de Estambul- relató que "ahora soy un buen hombre. Intento vivir mi vida correctamente. Cuando le disparé tenía 23 años, era joven e ignorante".
"Estoy planeando una película o algún tipo de documental sobre lo que sucedió. Espero que Hollywood esté interesado", dio el aviso, en entrevista con Daily Mirror.
El rumor del "chileno"
Por cosas del destino, el chef Jorge "Coco" Pacheco se encontraba en la Plaza de San Pedro en aquella ocasión.
"El Papa se detiene, toma una niña en brazo, le da un beso y se la entrega a su mamá en los brazos. Él retrocede para afirmarse del Papamóvil y siento un balazo por mi oreja. Tres balazos. El primer balazo le pega al Papa en el estómago, no lo podía creer", recuerda.
A 40 años del atentado, "Coco" contó a 24 Horas que "me di vuelta y Agca estaba a tres metros míos. Una monja lo desestabilizó. Cuando yo le tomo la mano a Agca, le doblo el brazo, la muñeca, cae la pistola al suelo... yo me agacho y las balas se desparramaron. Un policía encubierto saca una ametralladora, me la pone en la cabeza y me dice 'sígame'".
"Nos llevaron a todos a un furgón y empezaron a preguntar 'quién fue, quién fue' y todos indicamos 'Agca, Agca'. Lo teníamos identificado, si lo vimos al lado. Alguien me grita '¿de dónde eres?', 'de Chile' (respondió) y sale en todas las noticias en el mundo que fue un chileno el que atentó al Papa. Esa es la noticia, por eso sale que es un chileno, pensaban que yo era el terrorista", recuerda.
Si bien la información que inculpaba a un chileno del ataque fue publicada y difundida por Agencia EFE, no tardó en ser desmentida al revelarse la identidad del autor.