Como "acusaciones totalmente infundadas" calificó ayer el Vaticano las declaraciones hechas en la víspera por Osama bin Laden, quien aseguró que la publicación en Europa de caricaturas de Mahoma era parte de "una nueva cruzada", la que además involucraría al Papa Benedicto XVI.
"Es natural pensar que él (Bin Laden) agruparía al Vaticano y al Papa junto a todos los enemigos que percibe, pero no es correcto", dijo al respecto el portavoz de la Santa Sede, reverendo Federico Lombardi.
El vocero planteó que el propio Pontífice condenó durante febrero la publicación por parte de varios diarios daneses de una caricatura del profeta, y destacó el diálogo que estableció el Papa con los líderes musulmanes.