Con la suerte que sólo un triple campeón tiene, el surfista australiano Mick Fanning le hizo el tremendo guiño a la muerte luego de zafar de dos hambrientos tiburones blancos que lo vieron como un postre en las frías aguas de Sudáfrica.
El compadre venía de terminar su rutina en la competencia World Surf League, en la semifinal de la prueba ante su compatriota Julian Wilson, cuando detrás suyo aparecieron los dos escualos que la hicieron piola ya que no metían bulla. Justo cuando el deportista estaba contemplando la siguiente ola se percató de la inminente amenaza.
“Era de los grandes. Estaba sentado, parado, y noté algo al lado de mi pierna. Rápidamente salté para esquivarlo. Solo pude ver una aleta. Mientras esperaba que me mordiera le golpee en la espalda con la tabla”, soltó el suertudo.
El hombrón con más vidas que Félix y Tom juntos, seguía pataleando por su vida, y como ese día se levantó con el pie derecho, justo llegaron unos compadres en motos de agua y en lancha en su ayuda, los que rápidamente lo sacaron del agua.
Este ataque es considerado como el primero de su tipo en el surf profesional, ya que los otros son por lo general durante entrenamientos o mientras los surfers andan por las suyas en el mar.
La competencia en la que participaba Fanning se suspendió indefinidamente, hasta que se haga un balance en las peligrosonas aguas sudafricanas. El canguro partió al toque a jugarse un Loto.