Una tremenda sangre fría mostró el canadiense Spencer Seabrooke al romper el récord mundial del slackline, disciplina que crece en adeptos y consiste en hacer equilibrio sobre una soga elástica
El norteamericano de 26 años caminó 64 metros a una altura de 290 metros son protección, pasando un precipicio aterrador.
De verdad un reto no apto para cardíacos