Luego de una votación secreta, el Parlamento catalán aprobó la independencia de España, por 70 votos contra 10, y su declaración generó diversas reacciones en el mundo.
En Madrid, la capital de la península ibérica, están de muerte y el presidente español, Mariano Rajoy, fue autorizado por el senado para asumir el control de Cataluña, a través del artículo 155 de la Constitución, que por primera vez se invoca desde el regreso a la democracia en 1976.
La declaración de independencia retumbó en todo el mundo. Y muchos ya se preguntan cuáles serán las consecuencias que tendrá la declaración de independencia de la región más próspera de España, con un 18,9% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2014.
Por ahora, la independencia como tal es sólo una utopía. Esto, ya que ningún país dentro y fuera de la Unión Europea reconoció su corte de cadenas. Además, España le quitó la autonomía.
Por otra parte, se está a la espera de la intervención que ejercerá el gobierno de Mariano Rajoy para hacerlos cumplir con la ley española. De paso, controlar diversas instituciones, entre ellas los Mossos d'Esquadra (la policía catalana).
CATALUÑA TIEMBLA
En lo económico, el panorama no pinta muy bien. Entre el 2 y 26 de octubre un importante número de compañías le dijeron adiós a Cataluña y se trasladaron a otras regiones del país. Según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España. Esto repercutirá en los índices de empleabilidad.
"Estamos un poco preocupados. Hay 1.700 empresas que han salido de Cataluña", contó a La Cuarta Daniel Aravena, chileno residente en Barcelona.
Finalmente, Rajoy destituyó al gobierno de Cataluña, disolvió el Parlamento local y convocó a elecciones el 21 de diciembre.