La peor crisis financiera que enfrenta el mundo en las últimas ocho décadas parece imparable y, pese a la inyección de fondos que hizo Estados Unidos, las bolsas alrededor del planeta mostraron ayer una nueva y dramática caída.
De hecho, la principal de ellas, Wall Street, cerró sus actividades con una baja, la octava consecutiva, lo que acrecienta el temor de que una recesión internacional es inminente.
Santiago no estuvo al margen y la Bolsa chilena cerró a la baja, acumulando una caída semanal que bordea el 20 por ciento.
Tampoco escaparon a la tendencia las tres grandes bolsas latinoamericanas, ya que Argentina concluyó sus acciones con una baja del 5,5 por ciento; en Brasil la caída alcanzó el 3,9 por ciento, y México evidenció un descenso en el valor de las acciones de un 1,2 por ciento.
CITA EXTRAORDINARIA
Es en este contexto que el Presidente de Brasil, Lula da Silva, anunció que convocará a los presidentes de los países que integran el Mercosur a una reunión extraordinaria, con el propósito de discutir medidas conjuntas que permitan enfrentar de mejor manera la crisis financiera internacional.
El mismo Lula indicó que instruyó a su ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, para que se contacte con sus pares a fin de fijar fecha y lugar para el encuentro.
"Todos los países van a sufrir, aunque Brasil sufrirá menos que otros, pues está profundamente preparado", precisó el Mandatario.
"Brasil tomó una vacuna y, si la crisis llega, será en proporción menor que en Estados Unidos y Europa", añadió Lula.
CONFIANZA
En tanto, el dire gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, sostuvo hoy que la crisis requiere de una decisiva intervención por parte de los gobiernos.
"Lo que va a restaurar la confianza es una intervención del gobierno que sea clara, integral y cooperativa entre
las naciones, pues el sector privado no puede restaurar la confianza por sí mismo", aseveró el funcionario del FMI.