Si la montaña no viene a ti, ve tú a la montaña, dice el dicho. Por eso, Manuel Zelaya, el derrocado presidente de Honduras, le mandó un recado a la Presidenta Michelle Bachelet para que lo invite a Chile y lo reciba en La Moneda.
"Mel" se encontraba ayer en Brasil, donde se reunió con Lula da Silva, el guaripola garoto, quien ha sido uno de los más duros contra el gobierno de facto que encabeza Roberto Micheletti.
La Jefa le dijo bueno, ya, a Zelaya, y lo recibirá en La Moneda pasadito el mediodía, para lo cual tuvo que hacer varios arreglos en su agenda.
La información la soltó el canciller chileno, Mariano Fernández, quien aprovechó el encuentro con los apóstoles que cubren las informaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, para contar que el Gobierno le paró los carros al embajador de Honduras en Chile, Francisco Martínez. El compadre, haciéndose el de las chacras, le dio su bendición al golpe de estado de Micheletti y se quedó en el cargo, traicionando la confianza del que lo había designado, el presidente Zelaya.
El canciller sopló que Martínez tendrá que devolver todas "sus inmunidades", es decir, la patente diplomática del auto, las credenciales de embajador y todo eso.
APRIETEN A OBAMA
En Brasil, Zelaya logró que el presidente Lula le diera todo su apoyo y, más encima, se comprometiera a presionar a Barack Obama para que el mandatario gringo se la juegue derechamente por su retorno al cargo.