Andrés Cepeda repasa su nuevo disco y su relación con Chile: “Viña es un escenario muy deseado, pero al mismo tiempo un poco temido”

La historia musical de Andrés Cepeda se puede dividir en dos partes: la primera con Poligamia (1989-1998), un grupo de rock bogotano que logró posicionar varios temas que se convirtieron en clásicos; y la segunda, su carrera solista que comenzó con el álbum “Sé morir” (1999).

Pese a sus años de trayectoria y estando tan cerca de Chile, solo ha venido en dos oportunidades a territorio nacional. En 2023 con su “Me importas Tour”, y en 2024 en pleno lanzamiento de su canción “Prométeme”, coincidente ambas ocasiones fueron en agosto, algo que reconoce se está convirtiendo en “una tradición”, porque desde ya prometió volver en 2025 en el mismo mes.

El galardonado intérprete conversó con La Cuarta desde su acogedora casa, habló sobre su presente musical, su próximo disco titulado “Bogotá”, un homenaje a su ciudad natal; y las ganas -y temor- que siente de pisar el escenario del Festival de Viña del Mar: “Ese famoso monstruo de las mil cabezas es algo obviamente intimidante, es un escenario en donde te la estás jugando, como los toreros”, confesó.

“Cariñito es una canción muy cercana y muy de mi vida”

Andrés, me gustaría saber cómo surge la idea de esta colaboración con Los Ángeles Azules rescatando una canción tan icónica que es “Cariñito”.

Te cuento, bueno, no sé qué tanto rescatando porque es una canción que tiene una vigencia tremenda. Llegó a principios de los años 70, nació en Perú, después tuvo un éxito muy grande por toda Latinoamérica con infinidad de intérpretes, y sigue siendo una canción muy vigente, no sé si en Chile así como en Colombia en los meses de fin de año, es una canción que regresa siempre a fiestas familiares, y que quería grabar.

Por qué era tan importante para ti grabarla, ¿cómo te marca personalmente?

Y bueno, precisamente es parte de un álbum que se llama “Bogotá”, mi más reciente producción, en el que le hago homenaje a mi ciudad, basándome en todas las historias personales que tengo enredadas en sus calles, en sus edificios, en sus cafés, en sus parques, sus esquinas. Hay historias de amor, de desamor, las primeros noviazgos, la madurez, éxitos, fracasos, cosas familiares, muchas cosas. Y una de esas historias que componen el álbum tiene que ver con la noche de graduación, la fiesta de prom, una noche que para nosotros es muy importante. Y resulta que la canción de la fiesta del 90 y algo, era “Cariñito”, que ya en ese entonces era un clásico. Entonces ese momento, sumado a las muchas Navidades de la infancia en donde estuvo presente, la hacen una canción muy cercana y muy de mi vida.

E hiciste una versión bien multicultural...

Teniendo en cuenta que es una canción peruana y en este caso, interpretada por un colombiano, me pareció interesante hacer esa triangulación hacia México, con los Reyes de la cumbia mexicana que son Los Ángeles Azules. Reconociendo un poco esa transversalidad que tiene la cumbia en nuestro continente, donde se cultiva, se disfruta, se baila. Me pareció lindo juntar esos tres países que son algunos de los que hacen cumbia, obviamente teniendo en cuenta que es un género colombiano, pero que se comparte con todo el continente. La experiencia fue linda.

¿Los conocías?

No, los conocía artísticamente pero personalmente fue por medio de mi casa disquera. Me pusieron en contacto con ellos, les escribí, les hablé de la canción, la conocían bien, más nunca la habían grabado. Les pareció muy interesante y quisieron unirse al proyecto. Fui a México a grabar con ellos, es la única canción del álbum que grabé allá, las otras se grabaron en Los Ángeles entre mayo y abril, y quise entregarles la dirección artística y los arreglos porque quería que fuera muy a su manera. Y me gusta mucho el resultado, ya la estoy llevando a los shows y la gente la está disfrutando mucho. Esa es la parte de diversidad que me gusta tener en los álbumes, no solamente las baladas, pop y el rock, sino de vez en cuando meto cositas que tengan que ver con lo tropical, la salsa, y en este caso con la cumbia.

De hecho, te iba eso, porque cuando uno piensa en tu música, piensa en baladas, un poquito en rock, pero esto fue un riesgo, uno bonito también.

Sí, de alguna manera es un riesgo, me gusta incluir algo distinto en los álbumes, medio sorprendente, sobre todo que tenga que ver con herencia cultural o con folclor. Ya lo hice con una canción muy hermosa de Bobby Capo que se llama “Piel canela”, con otra canción venezolana que se llama “Embrujo”, con un bolero ecuatoriano que se llama “Sombras”. Es un riesgo bonito, me parece que salió bien y de todas maneras, creo que la cumbia siempre ha hecho parte de mi entorno cultural como colombiano, entonces no me resulta ajena. Y es un género que me gusta y busqué a gente que sabe mucho de esto. Los Ángeles Azules son grandes conocedores de su género, de la historia de la cumbia, de los orígenes y de sus intérpretes, de las diferentes versiones que ha habido, de las canciones más famosas, entonces fue muy rico trabajar con ellos y aprender un poco a su manera cómo ven nuestro ritmo nacional.

“Tengo planes de regresar ahorita en el 2025 a Chile”

Andrés, háblame de este nuevo disco, “Bogotá”. ¿Qué sorpresas va a traer? ¿Tendrá más colaboraciones?

Son 13 canciones, he liberado cuatro, dos en colaboración, una con el mexicano Andrés Obregón, otra con Los Ángeles Azules y dos en solitario, “Bogotá” y “El café”. Y el año entrante empiezo a enseñarles otros sencillos. Hay algunas colaboraciones, hay una con Manuel Medrano, mi compatriota; tengo otra con las chicas mexicanas de Ha*Ash; tengo una canción preciosa con mis amigos de Morat; y tengo una balada bellísima junto a otro socio que quiero mucho, Luis Fonsi. Y las demás son en solista, así que voy a estar entregándoles canciones desde principios año hasta que conozcan el álbum completo.

¿Qué canción de este disco consideras más personal?

Yo creo sin duda que hay una que se llama “Bogotá”, es la más íntima que habla de mi relación con mi ciudad mediante la relación con mamá. Su ausencia y la nostalgia que carga la ciudad y la nostalgia que me produce a mí pensar en la ausencia de mi madre, cuando me vine a vivir a esta casa que compré después de muchos años, la casa en que nací, crecí, y cuando regresé pues obviamente encontré que mis viejos ya no estaban. Y a partir de esa emoción nace esta canción, creo que esa es más personal, del alma.

¿Cómo son tus procesos creativos cuando compones?

A veces aparecen las canciones, así como de la nada en algún momento, pero normalmente son producto de sentarse varios días a escribir y arrugar papeles, y escribir y arrugar papeles hasta que van saliendo las buenas. Es poco a poco.

No mencionaste a ningún chileno...¿Tienes algún amigo o amiga artista en Chile?

Sí, sí, tengo algunos amigos colegas, por supuesto.

¿Quiénes son?

Es que no quiero contarte porque tengo sorpresitas (ríe).

Bueno, ¡esperaremos esas sorpresas entonces! Estuviste en 2023 y 2024 en Chile, ¿qué recuerdas de esas experiencias?

Han sido conciertos muy lindos, he tenido dos noches en el arena Monticello. Fueron mis primeros contactos con el público chileno y me ha sorprendido mucho ver que me conocen hace más tiempo del que yo imaginaba, y conocen canciones del inicio de mi repertorio, me parece que es un público muy interesante porque si bien es apasionado, también es bastante exigente y crítico, son gente que está acostumbrada a ver shows de muy buena calidad, entonces es un reto interesante y me he sentido bien recibido, tengo planes de regresar ahorita en el 2025 con esta nueva gira que se llama “Nuestra vida en canciones”, está mis planes visitar entre julio y agosto.

Es como una tradición, porque en ambos años viniste en agosto...

Sí, parece que se ha vuelto una tradición (ríe).

“Si se triunfa en Viña, se logra un hito importante en la carrera”

Mencionaste a las chicas de Ha*Ash y ellas estarán en el Festival de Viña del Mar 2025, ¿te gustaría pisar ese escenario?

Pero claro, es curioso, porque yo creo que para nosotros, los artistas, particularmente los de habla hispana, es un escenario muy deseado, pero al mismo tiempo un poco temido, ¿no? Pero todos queremos enfrentarnos a la experiencia de Viña del Mar en algún momento. A mí me encantaría poder asistir eventualmente.

¿Dices temido por “El Monstruo”?

¡Claro! Ese famoso monstruo de las mil cabezas, es algo obviamente intimidante, es un escenario en donde te la estás jugando, es como los toreros, si cae la montera boca arriba, boca abajo, una cosa que puede salir muy bien o no también, entonces nos genera a los artistas un cierto temor, pero también es muy atractivo y eso es muy importante, que si se triunfa en él, pues se logra un hito muy importante en la carrera, entonces es muy atractivo.

Finalmente, me gustaría saber ¿cómo vas a cerrar el año?

Estoy en gira por mi país, son 14 ciudades, ya llevo 9. Cierro el 13 de diciembre en mi ciudad natal en Bogotá, en el estadio El Campín. Ha sido una gira de estadios y de arenas grandes, ha sido muy bonito. Entonces cerramos con mucha energía en la casa, para mí es algo muy especial cerrar en casa y después, en febrero empezar a llevar este mismo tour a otras partes del mundo.

¿Te vas a tomar un descanso en enero entonces?

Uy, sí, un poquito.

¿Y qué haces cuando descansas?

Pues no va a ser tanto, tengo como dos semanas de descanso. Normalmente busco el mar, el sol y el viento, me gusta la vela, entonces normalmente busco eso. O si no la naturaleza, y montaña, pero va a ser el mar, porque a mitad de enero empiezo el rodaje de un documental sobre los páramos andinos, entonces creo que va a ser bueno el contraste.

Y tengo la sensación de que cuando descanse igual vienen composiciones, ¿o no?

Desafortunadamente la cabeza no para (ríe). Y en esos días de descanso hay que estar un ratico en el estudio. Tengo mi estudio en casa, entonces hay que estar un ratico en el estudio también.

Sobre este documental que me mencionaste, ¿tiene fecha de estreno?

Aún no, vamos a empezar a producir ahorita el 15 o 16 de enero, y vamos a estar hasta principios de febrero recorriendo páramo andinos en Colombia, es un documental sobre el agua y los páramos. Definitivamente sale en el 2025, sí.

¿Es un tema de interés personal o te llegó la propuesta?

Hay un interés personal mío, de hecho, yo vivo en un páramo, a 3.100 m de altura, muy cerca a Bogotá, y siempre me he sentido muy atraído por la montaña y por la biodiversidad de los páramos, por el tema del origen del agua. Hay otro amigo muy querido, que además es un biólogo experto en esta materia, y hay una empresa privada que quiere promover ese mensaje que nos interesa tanto a nosotros. Entre los tres estamos haciendo este documental.