En conversación con La Cuarta, el artista español habla de su fanatismo por la U y del nuevo fenómeno de la música urbana.
Dyango es una de esas voces que no se olvidan. Lleva 60 años de carrera y decenas de discos, y está lejos de pensar en retirarse. De hecho, en noviembre volverá a Chile para presentarse en 4 ciudades.
“Uno de mis países más queridos es Chile”, cuenta en conversación con La Cuarta a través de Zoom.
Y es que el artista ha venido al país desde finales de los años 60, ha participado cuatro veces en el Festival de Viña y hasta tiene su equipo de fútbol favorito: Universidad de Chile. “Yo soy acérrimo de los de abajo, una vez hasta los dirigí (a la hinchada), cantando el León en mi corazón”, recordó.
- Y ¿cómo llegó a hacerse hincha de la ‘U‘?
“Los artistas que somos futboleros, y yo lo soy, en cada país tenemos un equipo que nos hace más gracia. Yo llegué joven en Chile en el año 68 o 69 y todo el mundo se hacía (fanático) del Colo Colo. Y dije, ‘no me voy a hacer del Colo Colo’. Entonces vi jugar a la gente de la ‘U’ y jugaban muy bien, así que dije ‘ese es mi equipo’. Y así de sencillo me hice de la U”.
Un señor de la canción
Dyango comenzó en la música a los ocho años, cuando ingresó al Conservatorio de Barcelona, donde estudió trompeta y violín. Desde entonces no se detuvo más y ha visto cómo la industria ha ido cambiado con el tiempo, ha visto subir y caer a cientos de intérpretes y ha visto tendencias completas desaparecer.
- Usted que lleva tantos años en la música y ha visto su evolución, ¿Qué le parece la música actual y el fenómeno de la música urbana?
“No lo entiendo, la verdad”, dice de partida.
“Primero, la música es algo muy especial, la música es música. No se puede hacer un párrafo de x compases e ir repitiéndolo siempre”, explica, y entonces cuenta su experiencia con este estilo.
“Precisamente en el Festival de Viña -yo no estaba en Viña, pero veía el festival-, salió uno de esos cantantes de ahora. Desde que salió, estuvo una hora y pico en el escenario, y a mí me parecía que cantaba siempre la misma canción, y yo soy músico de profesión”, añade.
“Digo, aquí no hay ninguna estrofa que se aparte un poco de lo que está haciendo, este hombre. Siempre era lo mismo”, dice.
“Y yo veía que tenía éxito, que la las chicas cantaban con él. Y digo, bueno, ha cambiado un poco eso de la música, pero no lo entiendo”, advierte.
“Hay odas para todos”
Eso sí, reconoce que no es muy letrado en cuánto al género urbano. “Escuché a este chico, que no sé ni cómo se llama, que se veía que era muy famoso, pero no he escuchado más de eso”.
Dyango escucha lo que llama “su música”: piezas de música clásica, jazz y tango.
“A mí me gusta todo lo que se dice dentro de una canción bien interpretada. Que haya poesía dentro de la música, que la gente puede entender lo que el cantante está narrando y eso es lo que a mí me apetece escuchar. Pero hay odas para todos”, asegura.
“Ahora estamos con el reguetón o la música urbana, y está bien, pero a mí no me vas a escuchar cantar eso. Y ojo que pueden ser muy buenos, pero cómo yo no los entiendo y no me he preocupado... pues ahí queda”.
“Lo que yo he hecho en la vida, sí ha tenido un valor importante. Los cantantes de hoy aparecen y al cabo de un tiempo x, desaparecen. Yo estoy del año 68... cantando mis canciones y haciendo que la gente se estremezca, y que a la gente romántica les caiga una lágrima de tanto en tanto”.
Y esa es la principal recompensa para Dyango, alguien “que cree en la música y que la estudió profundamente”.