Tomás Maldonado y Robinson Acuña comentaron al Diario Pop sus proyectos futuros y contaron la firme sobre la separación de Guachupé, señalando que “había un distanciamiento creativo y las cosas no fluían”.
Tiempo después de que la popular banda de cumbia Guachupé se tomara un descanso indefinido, algunos de sus miembros fundadores tomaron la iniciativa de formar un nuevo proyecto: Camiseta 22. Casi de manera espontánea, Tomás Maldonado y Robinson Acuña se unieron para dar vida a este grupo hace ya más de dos años.
En conversación con La Cuarta, vocalista y guitarrista del conjunto pachanguero analizaron el estreno de su más reciente canción “Juan”, el primer adelanto de lo que será su próximo disco. Los artistas señalan que “ha sido muy bonita la recepción de la gente”, están ansiosos por mostrarle a su hinchada qué es lo que se viene en los meses venideros, y adelantaron su show en el Teatro Centenario de La Serena, el 29 de junio, que estará lleno de sorpresas.
Respecto a su más reciente single, el cantante señala que “es una canción de alguna manera muy distinta a todas las otras que venían rondando y es más atrevida. Con un sonido más rockero y una letra que hace alusión a un momento más crítico, de cómo nosotros estamos viendo todo lo que está sucediendo en la sociedad, y me da la impresión de que ha tenido una bonita una bonita recepción la gente, la encontraron bastante diferente, es el comentario general que existe”.
Con un ritmo alegre y una melodía pegajosa, el grupo se ciñe a sus raíces para entregar a su fiel fanaticada una dosis de energía necesaria para dar el puntapié inicial de lo que será su próximo trabajo de estudio.
“Camiseta 22 nunca abandonó el rock ni la cumbia. Ha estado presente en la música mestiza, con la música pachanguera, con la música de barrio, de calle, de hinchada y me parece que hasta el día de hoy se sigue respetando. Pasamos por un momento más melancólico quizás en el disco Un Mundo Raro, porque obviamente es un disco muy de transición, posterior al receso que decide tomar Guachupé, y en ese lugar nosotros decidimos encarar ese disco, con esa nostalgia que tenía una despedida y una pena. Ahora está volviendo a encarnar la música, es como una segunda revancha”, comenta Tomás al Diario Pop.
Un álbum en el horno
Con “Juan”, la banda comienza este nuevo proceso de creación y dejan expectantes a sus seguidores, quienes tendrán que mantenerse atentos ya que poco a poco irán soltando nueva música. “Esta canción fue una melodía que se le ocurrió al Robin, me tiró la idea y yo fui inventando la letra a partir de una idea”, agrega Maldonado.
A pesar de que aún no hay fecha para los siguientes lanzamientos, confiesan que se encuentran enfocados en este proceso, juntándose hasta tres veces a la semana para tirar ideas, un ejercicio que funciona casi como terapia grupal. “Ha sido un trabajo bien diferente a todo lo que hacíamos con Guachupé, porque es un trabajo muy de los dos, y eso ha sido novedoso. Después nosotros cuando ya tenemos la canción o la maqueta más o menos armada, se la mostramos a los músicos de la banda y ellos van sumándose a la interpretación de la canción”, señala el cantante.
Con más de dos décadas de trayectoria, Tomás y Robinson aprendieron con la marcha sobre el funcionamiento de la industria musical, sin embargo el modelo cambió y ahora la forma de trabajar de hace 20 años está casi obsoleta, así que están en un proceso de aprendizaje diario. “Nosotros nos fuimos adaptando de alguna manera a lo que va sucediendo con la nueva música y con el nuevo formato. La nueva manera de cómo las canciones se empiezan a difundir”, comentan.
“Hacer un disco es lo que más nos gusta y a lo que más estamos acostumbrados, nunca estuvimos acostumbrados a los singles, o a ir soltando canción por canción. Hoy en día se estira un poquito más eso y nos hemos ido acomodando. Esta es la primera canción, pero eso no quiere decir que tenemos más canciones grabadas, no tenemos todavía ni el nombre definido del disco ni cuántas son las canciones que más o menos van a ocupar. Pero van a ir saliendo canciones cada un mes o cada dos meses, que finalmente van a formar parte de un nuevo álbum”, explican los músicos.
Una característica inherente de la industria musical actual son las colaboraciones entre artistas. Un recurso que ha sido explotado en el género urbano pero que ha trascendido incluso a los sonidos más cumbieros, pero que en Camiseta 22 aún no se aventuran, y según comentan, no es su prioridad.
“Pareciera ser que ese es un proceso que requiere de una gestión. Si bien nosotros llevamos una carrera de muchos años, somos más novatos en eso de hacer colaboraciones, entonces yo creo que en el futuro deberíamos estar haciendo colaboraciones. Igual la realidad es que artistas se acercan a otros por conveniencia, para lograr concretar un feat. Pareciera ser que los primeros que lo hicieron masivamente, lo hicieron de manera genuina, ahora tu mirai lo que sucede y son como todos con todos, pero porque nos conviene”, dice Robinson.
Mientras armaban su repertorio, los ex Guachupé decidieron incluir en su setlist un homenaje a Jorge González, así que versionaron la canción “Mi casa en el árbol”. Una adaptación fiestera del clásico del líder de Los Prisioneros que conservó la esencia original del tema, y ahora los músicos analizan estrenar otro cover.
“Siempre hay canciones que están ahí rondando y dando vueltas, canciones populares, pero no está nada definido. Teníamos una canción en mente que todavía le estamos dando vuelta, que es un cover, pero me da la impresión de que estamos tan compenetrados en las nuevas canciones que el cover va a esperar un poquito más.
Con Guachupé, también teníamos unos covers que tocábamos: de Zalo Reyes, de José Luis Perales, pero pese a que nos ayudaron y levantaron un poco la banda, nunca fueron el fuerte de la ejecución, entonces con el cover está siempre esa dualidad, de que es muy bonita la interpretación, cuando también es muy bonita la canción que llegas a realizar, porque no es fácil hacer un cover. “Mi casa en el árbol” es una canción tan compleja de hacerle un cover, porque es una canción perfecta, entonces intervenirla es un desafío”, puntualiza Tomás.
Resurgir en los cimientos de Guachupé
Los artistas comenzaron este proyecto musical sin saber bien que formarían Camiseta 22, ya que luego del distanciamiento con Guachupé, su creatividad les pedía seguir haciendo canciones, pero no fue fácil superar todos los años de trayectoria junto a la banda con la que crecieron.
Así mismo, sus fanáticos pasaron de vestir de amarillo y negro, al rojo y verde, luciendo camisetas deportivas de la banda que hacen que sus seguidores parezcan una verdadera hichada de fútbol. Un plus en su puesta en escena que según comentan, surgió de manera natural que las marcas se interesaran a vestir a sus barristas.
“Eso ha surgido de manera espontánea. Primero pasó con la gente de Lotto que se nos acercó, y luego pasó con Umbro, y va a tener que llegar el momento en que nosotros creemos nuestra propia marca”, bromea el guitarrista.
¿Qué fue lo que los llevó a decir: ahora que Guachupé está separado, nosotros queremos seguir haciendo música?
—Robinson: La verdad es que pasó harto tiempo entre eso que tú dices. Estamos hablando de una historia y una carrera de 20 años, que ya a principios del estallido social se comienza a evidenciar que había un distanciamiento creativo y que ya con la llegada de la pandemia lo dejó súper claro, ya como que las cosas no fluían, no logramos ponernos de acuerdo y fue una decisión de amigos, que se conocen desde hace mucho tiempo que toman la decisión de ponerle una pausa a la carrera musical de Guachupé. De eso pasó mucho tiempo, no fue de un día para otro.
El nuevo inicio lo mismo, no fue de un día para otro, fue una cosa que comenzó con una maqueta que iba de aquí para allá y otra que venía allá para acá, pero esa fue la forma. Muchas veces también nos han hecho la pregunta de: por qué nosotros no seguimos con el nombre y es porque no pasó de un día para otro.
¿A qué se asemeja más Camiseta 22, a una empresa o a una relación de pareja?
—Tomás: Nosotros vivimos ambas en Guachupé, de tratarnos como un matrimonio y tratarnos como una empresa. Y me parece que cuando dejamos de ser un poco matrimonio, la cosa se transformó más en una empresa y finalmente esa empresa se terminó agotando.
Y creo que siempre es mucho mejor si sabes combinar las dos fórmulas, con el amor como primer valor antes que el negocio o el dinero agarre mucha más fuerza. No tienes que dejar de lado ninguna de las dos con el respeto que merecen, pero si uno hace música, me parece que es porque late el corazón, porque se siente cariño. Sigo creyendo que el amor es el primer valor y nosotros teníamos un gran amigo que era el Lucho Ardilla que falleció y que nos enseñó mucho eso, a tener amor y perseverancia. Después obviamente hay algunas falencias, yo soy muy malo para los negocios por ejemplo y es una debilidad porque quizás se podrían haber logrado los tratos u otras maneras de llevar las cosas años atrás.
—Robinson: Sí, yo creo que cuando no hay un equilibrio entre esos dos mundos es súper difícil sobrellevar las relaciones y yo creo que incluso la transparencia de ambas posiciones. Yo creo que Guachupé comenzó siendo una banda en la que nosotros teníamos 19 años cuando comenzamos, éramos amigos desde que teníamos 10 años. A fines de los años 90′ pensar en tener una banda que iba a transformarse en un muy buen negocio…estábamos años a años luz de eso y lo que pasó es que con el paso del tiempo no asimilamos de la misma manera lo que nos sucedía, entonces teníamos esta dualidad entre el negocio y la creatividad.
Y yo siento que cuando empezó a perderse uno en el otro, inevitablemente se comenzó a evidenciar que uno no tenía la experiencia para eso. Tal vez el caso de las bandas o de las orquestas exitosas tiene que ver con que haya una verticalidad de las relaciones y tal vez nuestra relación era demasiado horizontal.
¿Les piden tocar canciones de Guachupé en los conciertos?
—Tomás: Sí, de hecho cuando nosotros empezamos con el con el proyecto de Camiseta 22, es muy difícil a no ser que seas un Lennon o un McCartney sacar 25 canciones en medio de una pandemia. Nosotros con suerte alcanzamos a sacar 8 canciones más un cover, y con eso no alcanzas a hacer un show de una hora y media.Y renegar de canciones hermosas que nosotros mismos compusimos, me parecía que era absurdo.
Entonces de a poco las canciones de Guachupé empezaron a tocarse. Ahora, la elección de cuáles tocar es completamente nuestra. Los cabros claro que van a querer las canciones, es como si se separan Los Cadillacs, van a querer que tú toques “Matador”, si se separa Guachupé van a querer que toquemos “Euforia”, pero eso ya es una decisión que tomamos nosotros
Lo que sí nos parece, es que cada vez que tocamos una canción de Guachupé tratamos de dar un pequeño color diferente en la medida de lo posible, pero muchas de las canciones que nosotros tocamos tienen un sonido diferente y eso hace que sea un poquito más atractivo.
—Robinson: Al fin y al cabo las canciones son de los compositores, más que de las bandas. De alguna forma te transformaste en tu propia banda de covers pero con toda la esencia, porque es Tomás el que canta la misma canción que compuso hace 20 años y soy yo el que toca esa misma guitarra.