Las claves del Musicline, el mapa que busca abarcar los principales hitos de la música a lo largo de la historia

Valentina Stone creo el Musicline y ahora está disponible en distintos formatos. Foto: Cedida

La publicista Valentina Stone (36) piensa dejar un legado a sus hijos y a las nuevas generaciones. También espera actualizar la línea temporal de la música en formato papel cada tres años y que la gente colabore con la digital para que vaya sumando hitos. Tardó siete años en crear el mapa que abarca los principales acontecimientos de la música desde sus inicios, hace ocho mil años, hasta la aparición de la inteligencia artificial.

“Yo digo, el día que tenga 80, esta línea, ¿qué va a ser? O sea, va a ser como una matrix, ¿cachái?”. El entusiasmo de Valentina Stone (36 años) por los alcances del Musicline se refleja en sus palabras. Publicista de profesión, pero amante de la música por herencia, por siete años se dedicó a la creación de un mapa de tiempo donde expone los principales hitos de la música a lo largo de la historia. Pero el mapa no es uno convencional. No aparece el blues como arranque o la Beatlemanía como un hito primario. Inicia en Turquía, en el seis mil antes de Cristo. Y termina, por ahora, con la inteligencia artificial.

La obra tiene que ver con su contexto personal. Stone dice que cada uno construye un relato en base a sus experiencias. Eso fue lo que la llevó a elegir las islas, como ella denomina a los apartados. “La Valentina de hace siete años atrás es diferente a la de hoy. Como que de repente en un minuto dije como, pucha, me quedó demasiado gringa y europea esta línea. Pero, la verdad, cada uno muestra contextos y al final, ese es mi contexto”, explica.

Lo que hizo fue un trabajo gigantesco, que pasó de ser un hobby a un proyecto. Uno que, por momentos, abandonaba. Sentía que era demasiada información y recibía las miradas de los amigos que no entendían su trabajo. “A veces una está muy motivada y después dice ‘estoy loca’ y lo dejai botado por tres meses. Después me volvía a motivar... es un poco así la cosa”, recuerda. También revela momentos de mucho entusiasmo, sobre todo cuando el mapa comenzó a tomar forma: “Quería hacer un póster taquilla, que fuera grande, que fuera largo y que la gente tuviera que pegarse a la pared para leerlo. Esa fue mi primera necesidad. Soy una persona súper creativa, entonces necesitaba expresarme creativamente”.

Imagen de una parte del Musicline virtual. Foto: Captura - https://musicline.cl/

Debido a su afición por la música, consideró que era la manera de aportar a este mundo desde adentro, sin la visión solamente contemplativa que puede tener un fanático. “Nunca he cantado bien, tampoco toco muchos instrumentos. Mi manera de acercarme creo que fue sabérmelo todo. Aprender toda la evolución. Entonces ahí encontré mi camino, el espacio donde poder expresarme musicalmente dentro de mis posibilidades”, señala.

Ahora sueña con traspasar fronteras. Algo que ve posible debido a las herramientas que entrega el internet. “Como no son contenidos solamente de Chile, mi idea es llegar al gallo de Indonesia... seguramente allá deben haber historias impresionantes que no conocemos, que después podamos filtrar por gente transgresora y ahí vamos conocer esas otras historias. Quizás cuantos paralelos vamos a descubrir. Una de las cosas que más me rayan es entender cuántas cosas van pasando en el simultáneo, quiénes son contemporáneos, qué rockero de un país que no conocemos es contemporáneo a los nuestros”.

Las últimas décadas y el futuro

Si bien la cronología tiene un comienzo varios milenios atrás, Stone también le da espacio a los últimos 40 años. Como gran hito desde 1980 a la fecha visualiza la música disco, a la que le otorga un valor sociopolítico: “La raza negra vino a este mundo a poner demasiada onda. Porque todo lo que inventaron ellos es demasiado cool y siempre fue distinto. Empezaron como con esta moda más disco, más brillante, apretada. Eso a los gringos les chocó”.

El Musicline está disponible en distintos formatos y busca abarcar la mayor parte de la historia de la música. Foto: Cedida

“Para el 79 estaban chatos. En un momento absolutamente de racismo se juntaron en el Comiskey Park... ‘El día que ardió la música disco’. Quemaron todos los discos, hicieron un incendio gigante. Así surge otro movimiento. Pasamos de hacer brillantes éxitos hermosos, a ver unos huevones como sucios, cerdo. Apareció otra moda nada que ver”, dice.

Otro aspecto importante de su obra fue poder explicarle a las nuevas generaciones como era el mundo antes. “Al ser madre, realzo el valor y la importancia de traspasar estos hitos. Hoy día, si tu quieres, puedes tener una banda estando sola en tu pieza y lograr que te escuchen en Asia. Si te encierras y te segmentas bien, lo puedes hacer. Pero en verdad todo el proceso que ha pasado para que esto sea así es muy heavy. Me abruma un poco pensar que, por ejemplo, mis hijos ya nacieron en la era de la inteligencia artificial. ¿Cómo les voy a explicar que tienen todo? Una conectividad absoluta. Nacen con todo, con el bluetooth, con el wifi, con la Alexa... entonces es muy fuerte el valor del proceso que tiene el camino”, sentencia.

Pese a lo agobiante que se lee, la creadora de Musicline ve con optimismo para el mundo de la música la aparición de la I.A: “No quiero pecar y decir ‘los niños de hoy no saben nada’. Ahora el talento va a ser otra cosa muy nueva, muy distinta, y todavía ni siquiera lo sabemos. Se abre un nuevo portal de creatividad, de posibilidades que desconocemos. Hay un montón de interrogantes que deja, sin duda, la inteligencia artificial, que está recién empezando. Los músicos hoy día están súper agrupados. Algunos se muestran muy en contra de su uso, pero la tecnología avanza y no podemos hacer nada al respecto, ¿cachái? Y es muy chévere”.

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