“Yo tomo” de Amar Azul: más que una canción, un himno

En los libros de historia de la cultura pop -si existieran- el rojo de la bandera sería por las alegrías que nos ha dado La Roja; el blanco, símbolo de nuestra estrella, Pedro Pascal; y el azul… el azul sería por Amar Azul.

“Voy caminando, con mi botella, y la cerveza me está pegando y no sé dónde voy. Siempre me cuelgo en cada esquina, siempre pienso en ella, la que me pone de la cabeza”, reza la primera estrofa de la canción “Yo tomo”, del disco El Campeón que la banda bonaerense lanzó en 2000, y que narra la historia de un hombre con el corazón roto que busca refugio en el alcohol.

“Yo tomo vino y cerveza, para olvidarme de ella. Tomo y me pongo loco, loco de la cabeza”, se escucha en el coro, uno que en Chile tiene una segunda voz, más directa, al hueso, y subida de tono.

Un estribillo paralelo que ha pasado de boca en boca por generaciones, y que se aprende de forma inconsciente, in situ, en el carrete, en la fiesta misma. Frases que nadie sabe dónde nacieron y que muchos especulan se fueron agregando de a poco, transformando la canción argentina en el llamado “segundo himno de Chile”.

“En Argentina, cuando cantamos ‘Yo tomo vino y cerveza’, la gente sigue bailando”

En julio de 2023, Amar Azul hizo su primer Movistar Arena en Chile. En aquel momento, y en conversación con La Cuarta, el vocalista Miguel Ángel D’Annibale, aprovechó de repasar el fenómeno de su canción.

“Nosotros hicimos el tema yo tomo vino y cerveza (canta) hace 20 años, y me acuerdo cuando lo cantábamos en Chile y no nos daba bola nadie. La gente siempre salta todos los temas, pero el tema ‘Yo tomo’ no era conocido, hasta que un día, no sé a quién se le antojó ponerle… y bueno, que sea lo que Dios quiera”, relató entre risas.

Aseguró que la primera vez que escuchó las frases que habían agregado los chilenos, “¡Me quería morir! Yo pensé que me decían a mí, yo decía ‘la gente me están puteando’”, pero aunque así hubiera sido, se lo hubiese tomado bien.

“Amar Azul tiene tanta piel con la gente que si me putean, no pasaría nada, nos reiríamos mutuamente, yo no me tomo las cosas mal, lo disfruto, así como me ves acá me voy al show, me como un asadito con un amigo acá como en Punta Arenas, la pasamos bien, somos felices”, agregó.

Miguel Ángel confesó además que: “Acá en Argentina, cuando cantamos ‘Yo tomo vino y cerveza’, la gente sigue bailando, pero los músicos detrás mío, se escucha ‘pisco y ron’”.

“Yo tomo” pegó en Chile diez años después de su creación

Gonzalo Ferrer, productor musical y compositor, es el creador de esos célebres teclados de la canción, los que hacen que los pies se muevan solos. Aunque ya no es parte de Amar Azul, conversó con el Diario Pop sobre el icónico tema.

“Ese sonido que vos conociste por Amar Azul ya lo usaba en un grupo anterior mío que se llamaba Grupo Ensueños, donde también tocábamos un montón de temas que después los grabé con Amar Azul”, reveló.

“A partir del año 99′ empezamos a ir a tocar a Chile. Llevábamos los discos, los repartíamos en las radios, como se hacía antes. Y ya en ese año nosotros éramos muy conocidos en toda la quinta región, porque nosotros tocamos por primera vez en el Fortín Prat, y automáticamente en esa gira tocamos en dos cárceles en Valparaíso”, comentó.

Según Gonzalo, el primer tema con el que arrasaron en territorio nacional fue “Entre cuatro paredes” y explicó que “Yo tomo” pegó diez años después de su creación.

“Cuando la compañía me preguntó: ‘¿Cuál pensás que puede ser el tema de punta?’ Y junto con el chico que canta dijimos ‘Yo tomo’, para nosotros iba a ser el tema que más iba a pegar, y el segundo corte era ‘El campeón’. Y la verdad que no le erramos, en Argentina rompió todo, pero el éxito tardío en Chile fue raro”, lanzó.

El artista cree que esto se dio porque nunca tuvieron una compañía discográfica, “ni un apoyo económico, ni marketing, ni nada. Todo lo que nos ha pasado lo hemos hecho a pulmón. Nos tomábamos la micro, subíamos los cerros en Valparaíso e íbamos a dejar los discos a la radio”, sentenció.

¿Cómo nace el himno de los carretes?

Gonzalo le reveló a La Cuarta que muchas veces iba a los estudios de grabación con siete canciones en mente y, si le faltaban cinco para completar el disco, las inventaba ahí mismo. “Yo ya tenía el estribillo, ‘yo tomo vino y cerveza, para olvidarme de ella’, pero me faltaba la estrofa. Me acuerdo que en el estudio le digo al cantante: ‘Métele la voz’. Pero me faltaba toda la primera parte, no se me ocurría nada. Le dije: ‘Espérenme dos minutos, que voy a ir al kiosco’”.

“Me fui a comprar unas galletitas, algo para despejar la mente, y me acuerdo que en el kiosco pido un papel, y se me ocurrió la parte ‘voy caminando, con mi botella’... en un papel o en una servilleta anoté esa parte para no olvidarme. Volví al estudio y le digo al cantante: ‘Mirá, ya tengo la estrofa’”, relató.

Sobre el coro paralelo que crearon los chilenos –y que provocó polémicas, como en el Festival de Dichato en 2018 cuando en plena presentación de los trasandinos el público lo cantó y fue transmitido por Canal 13–, Ferrer aseguró que lo encuentra “muy bueno, muy llamativo, porque no nos pasó en ningún lugar de Sudamérica. El nivel de masividad no lo vivimos ni en nuestro propio país”.

Para el productor, “se dio un fenómeno en el que Chile superó a Argentina. Lo de Chile es una cosa que se ha mantenido desde el año 99 hasta ahora, algo increíble. Y fue de boca en boca, eso te hace mantenerse por muchos años”.

“En Chile se dieron cuenta de que nosotros siempre fuimos un grupo muy humilde, muy respetuoso del público. Nunca nos hicimos los famosos, ni los cuicos, ni nada. Siempre mantuvimos el mismo perfil”, cerró, dejando abierta la posibilidad de volver a la agrupación.

¿Qué opinan los expertos?

Una voz autorizada para hablar de cumbia es el insigne cantante nacional Américo, un hombre que sabe de hits. El otrora integrante de Grupo Alegría llenó de flores a sus colegas del otro lado de la cordillera, tildándolos de “históricos”.

“Esa canción no solamente debe ser importante para los chilenos, sino para todos aquellos que quieren bailar, celebrar. Sin duda que aquí en Chile se ha ganado un lugar especial, espero algún día hacerle un guiño”, señaló. “Aquí la pregunta va para los chicos de Amar Azul, ¿Qué sienten que Chile le esté quitando poco a poco esta canción tan genial?”, remató entre risas.

Por su parte, Carolina Prieto, encargada de comunicaciones de Mojo, sello discográfico especializado en artistas de cumbia, cree que el sello popular de los oriundos de Buenos Aires fue uno de los factores que provocó el gran fanatismo por estos cumbieros.

No por nada, dos ciudades de nuestro país, como lo son Santiago y Concepción, se encuentran en el top 5 de lugares en los que más se escucha su música. Y otro dato: la capital es la primera en este ranking con 600 mil oyentes mensuales en Spotify.

Otra muestra de la apropiación de esta canción es el coro que se le inventó. Para la voz de “Traicionera” es una muestra de la popularidad de estos argentinos y su habilidad para prender las fiestas.

“La primera vez que escuché (el coro paralelo) fue en un evento masivo. Era la primera frase: ‘Yo tomo vino y cerveza’ y le agregaron el ‘pisco y ron’, y pensé: ‘Esto es muy chileno, el chileno es piscolero’. Creo que con el tiempo sumamos frases y es demasiado ingenioso, pensando en lo identificados que estamos con la canción”, añadió Carolina Prieto.

El presente de los protagonistas

Durante septiembre, la querida banda de cumbia se encuentra en nuestro país, una fecha que, como ellos mismos contaron en LaJunta+, es una de las temporadas donde más se mueven junto con el verano. Por otro lado, también vienen de lanzar “Éramos los dos”, una cumbia de desamor junto a sus compatriotas La Kuppe, la cual está a punto de llegar al millón de reproducciones solo en Spotify.

En el caso de Gonzalo Ferrer, fue enfático en decir que está ocupado produciendo y colaborando con grupos de cumbia del underground. Inclusive, ha trabajado con algunos chilenos como La Quinta Kumbia, La Yerba de Chile, Araus Danesi, entre otros. Esto, sumado a continuar con su reconocido proyecto de música infantil La Granja de Zenón.

Lo que sí está claro es que estos artistas han regalado un infaltable para las noches de jolgorio en nuestro país, tal vez el más icónico: “Yo tomo”. Ya sea en Año Nuevo, cumpleaños, bautizos, casamientos, y, cómo no, hasta en nuestras Fiestas Patrias, resuena a todo volumen, siendo más que una canción, un himno.