Una selección de más de treinta joyas aparecidas en Europa, EE.UU. y Latinoamérica en un año único.
Hay años donde se conjugan de manera notable obras claves del arte con revoluciones culturales. Es así con el año 1956 y el lanzamiento de “Heart Break hotel” de Elvis Presley, posicionando al rock and roll de manera definitiva en el planeta; así también es 1962 y la aparición de los Beatles con “Love me do”, llevando al pop y a la juventud a un espacio nunca antes visto; del mismo modo funciona la bomba que fue el punk en 1977, con los Sex Pistols a la cabeza, y el umbral que es 1980 para la oscuridad, el new wave y el pop sintético –coronado con el suicidio de Ian Curtis y el nacimiento de New Order–, o la explosión de la nueva generación joven en 1991, de la mano del Nevermind de Nirvana.
Este año se celebra medio siglo de un grupo de discos fundamentales para la música popular, que dan cuenta de un particular y muy notable estado creativo alrededor del planeta. Año en que el rock, el pop, la música popular brasileña (MPB), la música popular en Chile, Perú y Argentina dieron algunos de los discos más significativos de las carrera de varios artistas. Si 1969 fue el año de la explosión psicodélica, de la revolución estudiantil, contracultural y hippie, con Woodstock como más fantástica fiesta, en 1972 los ánimos decantan, hay cierta decepción y resaca del fervor revolucionario. Brian Jones ha muerto en 1969, Janis Joplin y Hendrix en 1970, Jim Morrison en 1971. Los Beatles se han separado en 1970.
Todo esto, como una suerte de muerte de los padres, deja el camino abierto para el desarrollo de nuevos sonidos, cuidadamente barrocos o de tintes más clásicos frente a la efervescencia de fines de los 60 o de la que explotaría en 1977. Coincidentemente ningún Beatle publica un disco relevante en 1972 (Lennon lanza uno de sus disco más mal recibidos: Some times in New York), tampoco Dylan tiene un disco ese año.
Propongo acá una lista –siempre incompleta y de gusto personal– que resalta más de 30 de las joyas aparecidas en Europa, EEUU y Latinoamérica en 1972.
Dentro del anglo y la música europea, Bowie saca el ineludible Ziggy Stardust, su quinto disco, luego de la otra gran joya que es Hunky Dory (1971): el glam ha alcanzado su cumbre. El disco se terminó de grabar el 18 de enero de 1972. En noviembre, producido por el mismo Bowie, Lou Reed lanza Transformer, su mejor obra solista. Parece ser un año de cantautores más que de bandas: Paul Simon lanza su disco homónimo, de lo mejor de su notable carrera, donde mezcla reggae, música latina, pop, folk y jazz; Nick Drake entrega Pink Moon, su tercer y último disco, el único grabado solo con su guitarra. Neil Young saca el hermoso Harvest, su disco más exitoso; Elton John Honky Chateau, con el tema universal que es “Rocket man”. Dentro de las bandas, los Rolling Stones lanzan el potentísimo y maduro Exile on Main St; por su lado, el rock progresivo parece llegar a su máxima expresión: en septiembre Yes saca Close to the Edge y en octubre Génesis el Foxtrot –para algunos amigos el mejor disco de la historia, para otros un tanto aburrido (“Supper´s Ready” dura 23 minutos). Pink Floyd, por su parte, produce unos de sus discos más decantados y hermosos, Obscured by Clouds, grabado para la estupenda e intrigante película de Barbet Schroeder: La Vallée. Hawkwind, con Lenny en el bajo alimentando el space rock, producen Doremi Fasol Latido. Deep Purple lanza Machine Head. En Alemania, Neu! lanza su magnífico álbum debut, una de las cumbres del krautrock, y Can su genial Ege Bamyası. En los cruces del rock y el jazz, Robert Wyatt saca dos discos con Mathching Mole (no del todo entrañables, pero a Wyatt hay que seguirle siempre: “Signed Curtain” es total); y Frank Zappa lanza los tremendos Waka/Jawaja y The Grand Wazoo. Miles Davis entrega esa mezcla ácida de vanguardia, jazz, rock y funk que es On the Corner.
En Brasil este año es sorprendente. En enero Caetano, apenas llega del exilio, lanza el Transa, que es para muchos su mejor álbum. Este es su primer disco centrado en la jam de la banda, la que es dirigida por el guitarrista y cantautor Jards Macale, quien también saca un disco excelente, el mejor de su carrera, mezcla de jazz, rock y MPB. Gilberto Gil, por su parte, entrega su Expresso 2222, una fusión alucinante. Milton Nascimento, junto a Lô Borges, publica su mayor obra, el magnífico Clube da Esquina, una especie de Pet Sounds del sur, raro, bello, con una fina y compleja producción en composición y arreglos. Chico, junto a Caetano, lanza su disco más crudo, tan ácido como melancólico, Chico e Caetano juntos ao vivo (uno de mis discos favoritos en la vida). Tom Zé está haciendo su mejor e inigualable música y lanza Se o Caso é Chorar; Jorge Ben, también en su mejor salud, saca Ben, su noveno disco de estudio, asimismo el sambista carioca Paulinho da Viola con A Dança da Solidão y Roberto Carlos en un disco homónimo en un tránsito sutil de la MPB a la música romántica; y por último y no menos importante, los Novos Bahianos entregan el espectacular Acabou chorare, donde la samba, el rock, el jazz y el espíritu del hipismo están en plenitud: disco número 1 para el ranking brasileño de la Rolling Stone (2007): “O Tio Sam está querendo conhecer a nossa batucada/ Anda dizendo que o molho da baiana melhorou seu prato”.
En Argentina, Charly García debuta como compositor con el entrañable Vida de Sui Géneris, joya de folk rock. Por el otro lado de la calma, Spinetta lanza el primer disco de su banda más potente: Pescado Rabioso, con su disco Desatormentándonos.
En Perú, la cumbia chicha está en pleno despliegue: Juaneco y su Combo lanza su tercer álbum, que incorpora el hit “Vacilando con Ayahuasca”. Y fusionando psicodelia y folclor, debuta El Polen con Cholo.
En Chile, el rock psicodélico y el folclor se están conjugando como nunca en la historia de la música popular de este país: Los Jaivas lanzan los sencillos: “Todos Juntos”, “Ayer caché”, “Mira niñita” y la improvisación “Cuero y Piel”, todos temas incorporados en 1973 en el disco La ventana. El brasileño Manduka debuta con un discazo en Chile, con Los Jaivas como banda de apoyo. Los Blops (que ya sacaron su dos grandes obras en 1970 y 1971) colaboran con Víctor Jara y Ángel Parra. Roberto Parra y Ángel Parra lanzan Las cuecas del Tío Roberto, Illapu saca su primer disco Música andina, y Víctor Jara lanza por Dicap su séptimo álbum de estudio, el disco conceptual La población, raro e irregular, pero con temas tan gigantes como “En el río Mapocho” y “Luchín”.
Dejo una lista organizada por mes de lanzamiento, su random es un placer de riqueza y rareza.